Miguel Ángel Merino, consejero delegado de Linea Directa, se ha mostrado tajante acerca del eufórico debut de la aseguradora en Bolsa: «Dentro de la compañía sabíamos que valíamos más de los 1.434 millones de euros en los que nos habían valorado los expertos». Con ello, Merino respondía a los medios, durante la puesta en escena de su estreno bursátil en la Bolsa de Madrid, acerca de la fuerte revalorización de los títulos de la firma en las pocas horas de cotización que lleva.
Un estreno que está siendo meteórico. Así, una vez que ha comenzado la sesión las órdenes de compra se han disparado con virulencia, muy por encima de las de venta, lo que ha impulsado el valor de las acciones de Linea Directa desde su arranque. En concreto, en las dos primeras horas de cotización en Bolsa la aseguradora registra una revalorización cercana al 30% que ha disparado el precio de los títulos hasta la barrera de los 1,70 euros, frente a los 1,318 euros con los que ha debutado.
Una de las razones detrás de la buena acogida bursátil de los títulos es la forma en la que se han colocado en el parqué, esto es a través del listing. Así, se han entregado los títulos a los accionistas de Bankinter, en lugar de apostar por una fórmula más tradicional como una IPO (Oferta Pública de Inversión, por sus siglas en inglés). Un hecho que ha ayudado a que haya existido cierta escasez de títulos en el mercado para las órdenes de compra y, con ello, se ha generado una espiral al alza del valor de los mismos.
LINEA DIRECTA APOSTARÁ POR EL CRECIMIENTO ORGÁNICO CON NUEVAS ÁREAS DE NEGOCIO
Pero no solo ha sido la forma de colocar sus títulos en Bolsa. También las prestaciones que ofrece la compañía. «Se trata de un valor con recorrido (…) principalmente porque es muy estable» ha argumentado el director financiero de Linea Directa, Carlos Rodríguez Ugarte, durante la presentación en el parqué madrileño. Además, se ofrece una política de retribución al accionista, en forma de dividendos, sólida y ambiciosa, otro de los grandes reclamos para la acción. En este punto, se debe recordar que otras muchas firmas famosas por su alto reparto de dividendos, como los bancos o las energéticas, han visto limitada esa capacidad por el golpe de la pandemia.
En el plano del largo plazo, los directivos de Linea Directa han sido muy claros. La empresa apostará por el crecimiento orgánico y abre la puerta a entrar en nuevos nichos de negocio. En cuanto a la primera, Merino ha indicado que la compañía «no tiene pensado hacer ninguna adquisición». Con ello, ha descartado que desde la aseguradora se esté intentando pescar en el río revuelto de las Insurtechs, nuevas firmas tecnológicas que ofrecen servicios aseguradores. El CEO se ha mostrado convencido de que el mejor camino es seguir apostando por «por el crecimiento orgánico».
La segunda respuesta ha sido mucho más abierta, aunque no se ha concretado cuales pueden ser los nuevos negocios en los que pueda adentrarse la firma. El único requisito es que se ha llegado a un equilibrio, alcanzar el llamado breakeven o punto en el que un negocio se vuelve rentable, en la anterior incursión realizada. En este caso, la última línea abierta ha sido en el canal de la salud, a través de ‘Vivaz’, por lo que la próxima aventura para el grupo deberá esperar al menos un tiempo. Por último, también se ha descartado que se vaya a retomar el proyecto de expansión en Portugal.