Si tienes un bar, te damos las claves para fidelizar a tus clientes

Si tienes un bar, seguro que ya sabes que tienes uno de los negocios más duros. De llevar y de mantener. Por ello, siempre es bueno saber cómo fidelizar clientes en el mismo.

No son pocos los emprendedores que deciden abrir un negocio relacionado con el mundo de la restauración. Sin embargo, es bueno conocer algunas técnicas para no comenzar sin saber nada, sino teniendo una idea de técnicas y claves que se pueden poner en marcha para contar con más clientela.

Pero esto no solo va dirigido a jóvenes o nuevos empresarios. También los más experimentados en el sector deben dar una vuelta a todo lo que saben para actualizarse, sobre todo en el tema de la fidelización de los clientes.

Cómo fidelizar a los clientes de tu bar

Siempre es bueno saber cómo fidelizar a la clientela, ya que es el activo seguro con el que tu negocio saldrá adelante.

Estas claves deberían aplicarse a cualquier local, no importa que esté regentado por un empresario joven o por alguien con muchos años de experiencia.

Atento a la decoración

La decoración es algo clave en cualquier encuesta de fidelización de clientes. Por ello, ten en cuenta que esta influye de forma definitiva en la decisión de los clientes de entrar o no en el local.

Hay bares que siempre están llenos y otros que siempre están vacíos. Aunque los factores que influyen en esto son variados, uno de los más importantes es la decisión de los clientes de entrar o no. Por ello, la decoración, si es nuevo sobre todo la exterior, influye y no poco en el ánimo de los transeúntes de acercarse o no por allí.

El color

¿Qué tipo de bar es el tuyo? Puede ser temático, con una decoración determinada, o también puede ser normal, de los de toda la vida.

En este último caso, es recomendable optar por colores suaves, atemporales, que no tengas que estar cambiando cada poco tiempo. Además, debes tener en cuenta que también debe permitir incluir un mobiliario variado como sillas o mesas en diferentes estilos y colores.

Algo a tener en cuenta, y mucho, es el tamaño de tu bar. Si este es pequeño, será mucho mejor no emplear colores demasiado oscuros, pues darán una mayor sensación de cerrado y esto agobiará a tus clientes. Por el contrario, tampoco es óptimo pintarlo entero de blanco, pues puede que a tus clientes les recuerde más a un hospital que a un bar y decidan no acercarse mucho por allí.

La comodidad, factor clave

La comodidad, y más en los tiempos que corren en los que triunfa el minimalismo del estilo nórdico, es un factor clave.

Busca un estilo y no dudes en hacerlo tuyo. Ponlo todo en sintonía con el mismo, desde las mesas hasta la barra pasando por los taburetes. Cada detalle cuenta. Además, también es importante tener un estudio previo del tipo de cliente al que te quieres dirigir. Este último punto lo puede cambiar todo, pues tu decoración, el espacio, debe complementar los gustos del cliente.

El objetivo final es que el consumidor se encuentre en tu bar en el lugar en el que quiere estar, mejor incluso que si estuviera en su propia casa.

Si el mobiliario es incómodo, ten por seguro que los clientes no volverán. A nadie le gusta estar sentado durante mucho tiempo en un lugar en el que no se sienten a gusto. Revisa sobre todo las sillas e incluso las patas de la mesa, que si cojean pueden crear un ambiente poco acogedor.

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La decoración es clave para que tus clientes vuelvan al bar. Ofrece un buen servicio y un espacio en el que se sientan como en casa y tendrás prácticamente el trabajo conseguido.