La cartera de activos de Lar España ha sufrido una caída de valoración del 2,9% entre diciembre de 2019 y junio de 2020, lo que se traduce en pérdidas de 55,9 millones de euros, hasta quedar en 1.509 millones de euros. Este dato refuerza la estrategia de la compañía de continuar adelante con la venta de varios activos no estratégicos a los que no puede seguir revalorizando en los niveles que pretende.
Los efectos de la pandemia del coronavirus y las nuevas medidas sanitarias están ralentizando la recuperación de la afluencia de los centros y parques comerciales. Así, la compañía liderada por Miguel Pereda ha puesto en marcha una batería de medidas para paliar esta situación.
Según los datos de la socimi, ha renegociado acuerdos individualizados de alquileres sobre el 95% del total de la superficie bruta en alquiler de sus centros, y calcula que los descuentos ascienden hasta los 20 millones de euros. Este sobrecoste podrá verse compensado con la liquidez que obtendrá con la desinversión de dos centros comerciales y un portfolio de 22 supermercados. Estos activos ya estaban en venta antes de la pandemia del coronavirus y su impacto económico en España.
El propio Pereda ha explicado que pretende buscar nuevo dueño para dos de sus centros comerciales más antiguos de su cartera: se trata de Txingudi en Bilbao, con 10.712 metros cuadrados de superficie comercial, un total de 51 locales y 2.400 plazas de aparcamiento, y Las Huertas ubicado en Palencia, que cuenta con 6.267 m2 de superficie, 27 locales y más de un millar de plazas de aparcamiento.
Con estas operaciones, Lar España pretende ingresar hasta 102 millones de euros, e insiste en que se trata de dos activos bien valorados, no estratégicos a los que no ven la posibilidad de generar un aumento en los ingresos en los próximos años, por lo que prefieren obtener liquidez y reforzar aún más la tesorería de la compañía.
Además, también busca comprador para un portfolio de 22 supermercados operados actualmente por el grupo de distribución Eroski. Estos locales fueron adquiridos en 2017 a Rockspring, que suman una superficie de 28.822 metros cuadrados. Diez de estos establecimientos se encuentran situados en el País Vasco, siete locales están ubicados en Baleares, dos en Navarra, otros dos en Cantabria y uno en La Rioja.
PÉRDIDAS EN LA CAJA
La reducción en la valoración de la cartera de Lar España ha dañado al resultado contable del periodo, que refleja unas pérdidas de 17,4 millones de euros, mientras que el beneficio neto recurrente creció un 46% en los nueve primeros meses del año, hasta los 40,9 millones de euros.
Por otro lado, obtuvo en los nueve primeros meses de este año unos ingresos de 71,4 millones de euros, un 24% más de los 57,8 millones registrados en el mismo periodo del año pasado. Además, desde junio la afluencia y las ventas en sus 14 centros comerciales se han aproximado a los volúmenes del año pasado, y en el mes de septiembre se situaron en el 96% del nivel de hace un año.
Para José Luis del Valle, presidente del Consejo de Administración de Lar España, asegura que “con la desescalada hemos redoblado la colaboración y alianza con nuestros inquilinos y, a fecha de hoy, hemos renegociado con ellos contratos de alquiler a largo plazo por más del 95% de la superficie. Hemos definido un modelo que se ha mostrado resiliente, que durante la desescalada ha aportado una rápida reactivación y que mostrará todo su valor cuando se recupere totalmente la normalidad, momento que sin duda va a llegar”.
