La firma alemana de alquiler de vehículos Sixt cerró los tres primeros trimestres del año con unas pérdidas antes de impuestos de 57 millones de euros, en comparación con las ganancias brutas de 260 millones de euros contabilizadas en el mismo período del año previo, según datos preliminares publicados por la empresa.
Entre enero y septiembre del presente ejercicio, la compañía contabilizó unos ingresos operativos de 1.171 millones de euros, lo que se traduce en una disminución del 38,6% en comparación con los 1.908 millones de euros que facturó en dicho período de 2019.
En el tercer trimestre, Sixt registró un beneficio antes de impuestos de 66 millones de euros, un 54,9% de retroceso si se compara con los 146,6 millones de euros que ganó en dichos meses del año pasado. Además, la firma facturó 460 millones de euros entre julio y septiembre, un 40,8% menos.
La corporación alemana explicó que sus resultados no incluyen las cifras de su división Sixt Leasing, cuya venta fue cerrada durante el pasado mes de julio. La firma apuntó que, con motivo de esta operación, registrará un beneficio neto de 65 millones de euros.
Sixt apuntó que su negocio en los nueves primeros meses se vio afectado de forma negativa por el impacto de la pandemia del coronavirus y de las medidas adoptadas por los gobiernos para frenar la expansión del virus.
En este sentido, la empresa explicó que, con motivo de las restricciones a los viajes de las últimas semanas a causa de la segunda ola del coronavirus, no está en disposición de hacer previsiones sobre sus resultados al cierre de 2020
«Las incertidumbres resultantes para las operaciones comerciales siguen siendo muy altas. Por esta razón, la compañía aún no puede publicar una previsión para el año financiero completo», explicó la firma, que dará a conocer el próximo 12 de noviembre los resultados definitivos.