Patatas a la riojana: cómo hacer este plato brutal en pocos minutos

Una de las grandes riquezas de la gastronomía española es la variedad de platos y recetas que abundan a lo largo de su geografía. Si en Andalucía tenemos tortas de camarón o en Extremadura el ajoblanco, y en Castilla- La Mancha el pisto, en La Rioja son famosas las patatas a la riojana. Como todos los platos tradicionales, se trata de una receta de base sencilla, con alimentos por lo general de la tierra, asequibles, que se prepara con el secreto de la buena cocina: la paciencia. Como vamos a ver a continuación, hacer unas patatas a la riojana que quiten el aliento no tiene ninguna complicación más allá de seguir las recomendaciones en cuanto a ingredientes y tiempos de cocción.

Esta receta de patatas a la riojana, que podemos hacer en versión light o más bien ‘picantona’, es un plato que en la mesa te puede servir como plato único o, si haces menos cantidad, como tapeo para un menú degustación en casa. Al ser un plato calórico, se utilizaba tradicionalmente para los trabajos del campo. Ahora se ha convertido en una de esas recetas de comidas para entrar en calor y alimentar bien el estómago. Ahora bien, como cualquier receta, existen mil y una versiones. De hecho, es una elaboración que incluso se puede hacer con robots de cocina, adaptando los tiempos y las cantidades. Nosotros recogemos la receta tradicional de patatas a la riojana, con algunos consejos para que quede de escándalo y puedas disfrutar en pocos minutos de un plato sabroso y con fundamento. 

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PRIMER PASO: DEJAR TODO PICADO

patatas con chorizo

Una vez tenemos todos los ingredientes, es momento de comenzar con la elaboración de la receta de patatas a la riojana caseras. El primer paso que debes dar es cortar todos los ingredientes sólidos. La cebolla y el ajo no tienen ningún misterio: se lavan y pican bien fino. En el caso del pimiento, es muy importante retirar las semillas que pueda haber en el interior y lavarlo antes de picarlo. También muy fino. 

El chorizo hay que pelarlo y cortarlo en rodajas (mejor con un cuchillo de sierra). Por último, se han de pelar, lavar y trocear las patatas (antes, sécalas bien, con un poco de papel de cocina). Los gajos, mejor irregulares, como hemos dicho, y no excesivamente grandes.