Enagás ha reiterado su objetivo de beneficio neto para 2020 y el abono del dividendo para este ejercicio, independientemente «del cobro o no del dividendo» en su participada Tallgrass Energy.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados de los nueve primeros meses del año, el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja, indicó que, a pesar de que aún no está tomada la decisión por los socios en Tallgrass Energye de si se abonará o no dividendo por la energética estadounidense ante la incertidumbre de la situación del mercado americano, reiteró que el dividendo del grupo «es independiente del cobro o no del dividendo en Tallgrass, ya que el resto de participadas van a cumplir su previsión de dividendos».
Enagás tiene un objetivo de beneficio neto para 2020 de en torno a unos 400 millones de euros y un compromiso de dividendo para este ejercicio de 1,68 euros por acción (+5%). Además, la compañía ha reiterado su política de remuneración al accionista para el período 2020-2026.
El grupo tiene para Tallgrass Energy, donde cuenta con una participación del 30,2%, unas previsiones a medio plazo positivas gracias a la recuperación sostenida de los precios y la demanda. «Recuperaremos una senda de beneficio razonable», indicó Oreja sobre la estadounidense.
POSIBLE CONTRATO EN KUWAIT ABRE LA ACTIVIDAD DE SERVICIOS
Por otra parte, el consejero delegado valoró como una «enorme posibilidad» el poder conseguir el contrato para la operación y mantenimiento de la planta de regasificación de Al-Zour (Kuwait), una de las más grandes del mundo, ya que supondría crear una nueva actividad para el grupo, la de servicios.
Enagás aspira a este contrato a través del consorcio internacional Desfa, donde también está Snam, y Oreja indicó que, a pesar de que el contrato asciende a unos 80 millones de euros en los años de que consta y a Enagás le correspondería «más o menos» un 25% de esa actividad, no requiere inversión y sería «una gran noticia» para la compañía.
Asimismo, el grupo también podría participar en el proyecto de la planta de regasificación griega de Alexandroupolis, en Tesalónica, donde Desfa planea hacerse con un 20%, aunque Oreja indicó que a Enagás le correspondería en esta operación apenas unos tres millones de euros.
Serviría para reforzar la posición en el país, respaldar al Gobierno en la transición del carbón al gas con nuevas infraestructuras, pero el impacto en nuestras cuentas es relativamente bajo», añadió.