El Banco de España aboga por extender los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), pero focalizando su diseño para priorizar en empresas viables tras la crisis y realizando un uso «eficiente» de recursos públicos ante el coste de la prórroga de este mecanismo, al tiempo que avisa de que se ralentizará el ritmo de salida de los ERTE de los más de 700.000 trabajadores que permanecen bajo ese paraguas.
Así lo ha señalado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, durante la presentación del informe trimestral de la economía española, que empeora sus previsiones, estimando una caída de PIB de entre el 10,5% y hasta el 12,6% este año y un alza de entre el 4,1% y el 7,3% el próximo ejercicio.
Por ello, considera que hay que tratar de buscar un «equilibrio» entre seguir dando un «cierto soporte» a las empresas y los hogares afectados por la situación y, en el caso de las empresas, con «prioridad» a las que, tras este shock temporal, «sigan siendo viables».
LA ECONOMÍA TIENE QUE HACER UN ESFUERZO
De esta forma, aboga por «focalizar» cada vez más y conforme pase el tiempo en el diseño de estas medidas de apoyo para facilitar la «necesaria reasignación de factores de distintos sectores», ya que «no todos se están viendo igualmente afectados ni tendrán las mismas perspectivas de crecimiento tras la crisis».
Esto significa que la economía tendrá que hacer un esfuerzo de reasignación de factores productivos, capital y de trabajadores», ha enfatizado.
Arce ha indicado que la situación respecto a los ERTE y otras políticas desplegadas como medidas de apoyo para contener los efectos de la pandemia es que «lamentablemente subyace la motivación que condujo a su introducción», al percibirse aún un daño «muy intenso» en el sistema productivo y rentas de «muchos» hogares y empresas por una perturbación de «naturaleza temporal».
En este sentido, sin especificar una fecha para la prórroga de los ERTE que actualmente se ultima en la negociación entre Gobierno y agentes sociales, Arce ha insistido en que el diseño de los ERTE debe combinar la consideración de apoyo a trabajadores inmersos en una falta de actividad temporal, pero ser «cada vez más focalizados» en su diseño, algo que ha admitido que «no es fácil» al desconocerse el escenario que emergerá tras la pandemia y qué sectores saldrán reforzados o perjudicados.
Además, ha apuntado que es «innegable» que conforme se extiende la crisis en el tiempo, la presión sobre los recursos públicos es más elevada, con déficits de dos dígitos y un incremento de deuda hasta máximos históricos, por lo que ha pedido tener en consideración también esta situación y un uso «eficiente» de los recursos públicos.
LA SALIDA DE LOS ERTE SE RALENTIZA
El director general de Economía y Estadística del Banco de España ha explicado que en el organismo no hacen previsiones sobre el flujo de salida de los ERTE al no disponer la información necesaria, si bien ha indicado que estos son cada vez menos numerosos, puesto que los más de 700.000 trabajadores que permanecen en un ERTE pertenecen a sectores que se ven «particularmente afectados» y siguen estándolo tras el verano.
Entre ellos, ha citado los trabajadores adscritos al sector de la hostelería, en el que la caída de afiliación efectiva respecto a hace un año era un 30% inferior a finales de agosto.
«Siendo realistas, conforme pasa el tiempo, posiblemente, sea difícil que salgan de la situación de ERTE si no lo han hecho ya», ha afirmado, apuntando que los sectores de hostelería y turismo tienen por delante unos meses de actividad «anormalmente baja», por lo que el ritmo de salida de los ERTE, será cada vez «más tenue».