El pescado es uno de los alimentos más completos de la dieta. Su carne ofrece aportes nutricionales, como aminoácidos esenciales, hierro, calcio, vitaminas A, B, D y E, yodo, calcio, zinc…, para el buen funcionamiento del metabolismo humano. También es cierto, que es uno de los productos que más encarecen la cesta de la compra; quizás por ser un alimento fundamental en la dieta, y porque se consume en el día a día; o quizás por ambas razones a la vez, lo único cierto es que su precio es realmente elevado. Sin embargo, según el tipo de pescado, el precio varía. Estos son los pescados más baratos para comprar en verano y disfrutar de sus beneficios sin comprometer el presupuesto.
El precio de mercado varía en función del precio de la lonja y también en función de la ciudad y zona donde nos encontremos, así como de la oferta y la demanda del producto. Pero en verano podemos comer un pescado sano, bueno, fresco y barato, aunque es cierto que varios tipos y especies de las que se consumen no provienen del mar directamente, sino de piscifactorías como, por ejemplo, la trucha.
1ESPAÑA, UN PAÍS DE PESCADOS
En España, por tradición y sobre todo en cuaresma por la prohibición de comer carne, siempre se ha consumido bastante este tipo de alimento: sano, sabroso y asequible para todos los bolsillos en función del tipo de pescado; claro está exceptuando mariscos, crustáceos y algunos moluscos frescos.
El consumo de pescado ha descendido de manera considerable en los últimos diez años. El precio medio del kilo de estos productos marinos ronda entre 8-10 euros, pero existe una gran diferencia entre unas especies y otras: el rape, salmón y rodaballo se sitúan entre los más caros, 11 euros, frente a la sardina, boquerón o caballa fresca que podemos comprar por 4 euros en plena temporada. Así, incluso en verano, es posible comer pescados baratos.