Puig: «Un nuevo confinamiento sería desastroso», y alaba el papel de los ERTE

El presidente de Puig y del Instituto de Empresa Familiar, Marc Puig, ha resaltado la «gran contribución» de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) durante la crisis del Covid-19, sin los cuales hubiera habido «muchos EREs» y ha abogado por un tejido empresarial competitivo para mejorar el nivel de paro de España.

«Sin un tejido empresarial competitivo no tendremos posibilidad de mejorar el nivel de paro en España, a todas luces inaceptable», ha señalado durante su intervención en la Cumbre Empresarial de la CEOE.

Asimismo, Puig ha explicado el impacto de la pandemia en su compañía, con presencia en más de 150 países y cuyas ventas exteriores representan el 85% del negocio, y ha señalado que las ventas cayeron un 87% en abril y un 75% en mayo.

Durante la crisis sanitaria, todas las fábricas de Puig cerraron menos la que se adaptó a la fabricación de geles hidroalcohólicos, según ha explicado el directivo, quien ha resaltado que pese al confinamiento y al impacto en la demanda, la compañía acometió «la mayor operación de su historia» con la compra de Charlotte Tilbury.

Puig ha resaltado las consecuencias de la pandemia y ha señalado que lo importante es saber canalizar los recursos para que el mayor número de empresas pueda sobrevivir, porque «si viene un nuevo confinamiento, las consecuencias serían desastrosas».

«Hagamos que se creen empresas, que las pequeñas se hagan medianas y que las medianas se conviertan en grandes para mejorar la productividad», ha afirmado.

El presidente de Puig ha resaltado además que es una responsabilidad no dejar sólo deudas a la siguiente generación como consecuencia de los gastos derivados de la crisis, por lo que ha reclamado control de déficit público, al tiempo que ha señalado que se debe reducir la economía sumergida reduciendo el uso del papel moneda y fomentando el uso digital del dinero. «No pongamos todos los esfuerzos en aumentar los impuestos de los que ya los pagan», ha reclamado.

Por otro lado, ha resaltado que España es el segundo país exportador mundial en perfumería y en este sentido ha afirmado que no piden nada a la Administración, «solo un terreno fiscal neutro», porque, de lo contrario, se corre el riesgo de seguir viendo empresas cuyo centro de decisión se traslada al extranjero.