El ahorro y los préstamos personales en la jubilación

Cada día, ahora y siempre, el dinero sólo tiene un presidente: su dueño. Administrarlo forma parte de las obligaciones del mismo modo que la toma de decisiones al respecto. Es por ese motivo que trabajar esas finanzas es fundamental y tendrá un impacto relevante en el día de mañana, tanto si se trata de gestionar el ahorro como solicitar préstamos personales online.

Al pensar en ese futuro, el concepto sobre el que todos los demás giran es la jubilación. Prepararse para la jubilación y ahorrar es la esencia misma de una buena gestión de la economía doméstica, y es una preocupación que cada vez se inicia a una edad más temprana. Planificar adecuadamente la jubilación es también, sin embargo, averiguar cómo gastar ese dinero de la mejor forma.

¿Cómo ahorrar para la jubilación?

Excepto en los casos de herencias o loterías, una jubilación se paga de dos formas: mediante un trabajo que ofrezca una buena contribución a la pensión de la Seguridad Social, o ahorrar e invertir de forma privada y personal.

Ahora supongamos que, tal como están las cosas, en España hay cierta reticencia a pensar que las pensiones públicas son de fiar para garantizar un nivel de vida óptimo cuando se deja de trabajar, en especial teniendo en cuenta la economía. Así que, partiendo de que la mayoría deberá buscar como mínimo una combinación de la pensión pública con un plan privado, las cuestiones son más bien: ¿Dónde? ¿Cómo?

En general, las opciones principales de cuentas y vehículos de inversión disponibles incluyen planes de pensiones y demás. Con tantas opciones y variables, es complicado establecer un patrón de normas, pero sí que existen ciertas recomendaciones generales.

Las deudas, lo primero

Antes de pensar en el ahorro hay que pensar en cómo limitar el nivel de deuda familiar o personal, es decir, aquellas cuotas contraídas como pago por una financiación previa y que tienen la forma de préstamos personales, créditos al consumo, etc.

Hoy en día, entidades financieras proporcionan préstamos a personas jubiladas, gracias al cobro de la pensión como justificante de ingresos regulares. Sin embargo, las deudas acarrean unos intereses que podrían contrarrestar rápidamente los rendimientos obtenidos por un plan de pensiones privado.

La toma de decisiones en este sentido incluye la hipoteca de la vivienda habitual o de la segunda residencia: ¿es mejor liquidarla, o quizá es preferible seguir pagando mes a mes debido al tiempo restante en el contrato? Ahí es importante saber si la propiedad es para inversión y se puede alquilar para rentabilizarse, o si es para consumo propio, pues la decisión variará en ese caso.