Las mascarillas autofiltrantes se han convertido en un elemento común en nuestra vida cotidiana. Se trata de una medida básica para prevenir los contagios de covid-19, especialmente ahora, durante las distintas fases de la desescalada en las que las personas comienzan a retomar el contacto social. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar riesgos, es la utilización de las mascarillas tipo N95, que son las equivalentes en Europa a las FFP2. En la Comunidad de Madrid se están repartiendo hasta 7 millones de mascarillas de esta categoría, que se pueden adquirir en farmacias presentando la tarjeta sanitaria, el DNI o el NIE. Pero, ¿cuáles son las características principales de estas mascarillas y por qué son las más recomendadas para los ciudadanos de a pie?
TIPOS DE MASCARILLA FFP2
Existen dos variantes de mascarilla FFP2, una con válvula y otra sin ella. Ambas son igual de eficaces y la función de este accesorio es ergonómica, lo que puede resultar muy útil para ciertas actividades y usuarios. Evita que se acumule el aire caliente en el interior así como la humedad, haciendo que sea más cómoda para el portador. La válvula tiene la función de filtrar el aire que la persona respira, pero no filtra el que exhala. Esto significa que es eficaz para evitar inhalar partículas o gotículas contaminadas, pero no impide que las nuestras se emitan al exterior, así que, junto con el uso de la mascarilla, es imprescindible mantener la distancia de seguridad. También es importante saber cuántas veces pueden usarse, aquí lo explicamos.
