El Gobierno cerrará la frontera marítima y aérea y prorrogará los controles en las fronteras interiores terrestres desde el próximo viernes, según consta en una orden firmada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que publica este martes el BOE.
La orden, que se enmarca en las medidas adoptadas por el Ejecutivo para el control de la epidemia de Covid-19, estará vigente hasta el próximo 24 de mayo, y hasta entonces solo se dejará entrar en España a ciudadanos españoles, trabajadores transfronterizos, y aquellos que acrediten, documentalmente, causas de fuerza mayor o situación de necesidad.
Además, como novedad el Ejecutivo establece que los residentes en España que deseen regresar al país deberán acreditar su domicilio habitual. «Conviene recordar que el mero hecho de poseer una vivienda no acredita la residencia en España», avisa la orden.
Este precepto está especialmente dirigido hacia las personas residentes en el exterior que puedan decidir viajar a España y que entrarán en contradicción con las limitaciones de movilidad internas fijadas por el estado de alarma.
Así, para evitar recurrir a la denegación de entrada en el país, España colaborará con operadores de transporte de viajes y con las autoridades de los demás estados miembros y estados asociados a Schengen para impedir así el viaje a España.
UNA MEDIDA «PROPORCIONADA A LA GRAVEDAD DE LA SITUACIÓN»
La restricción no se aplica al transporte de mercancías con el fin de asegurar la continuidad de la actividad económica y de preservar la cadena de abastecimiento.
La medida tampoco afecta al personal extranjero acreditado como miembro de las misiones diplomáticas, oficinas consulares y organismos internacionales sitos en España, siempre que se trate de desplazamientos vinculados al desempeño de funciones oficiales.
El Gobierno ha justificado esta prórroga argumentando que la evolución de la crisis sanitaria y la duración previsible del proceso de desescalada siguen requiriendo que las medidas restrictivas remanentes en el territorio español se acompañen de otras proporcionales en las fronteras interiores.
A su vez, con esta medida se espera que se pueda avanzar en el proceso de desescalada, en que los riesgos de contagio derivados delos movimientos permitidos serán mayores, añadiendo complejidad al objetivo prioritario de contener la expansión del virus.
El Ejecutivo ha explicado que esta medida, que debería haberse comunicado con cuatro semanas de antelación, se ha trasladado en un plazo más corto debido a la «impresivilidad de la evolución» de la enfermedad.
Así, la medida se considera «proporcionada a la gravedad de la situación y congruente con el mantenimiento de los controles restablecidos en las fronteras interiores por parte» de catorce estados miembros y asociados a Schengen.
Entre ellos, la orden recuerda que Alemania, Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Lituania, Noruega y Polonia han restablecido los controles en las fronteras interiores aéreas y marítimas. Por su parte, República Checa, Eslovaquia, Francia, Hungría y Suiza han restablecido los controles únicamente en las fronteras interiores aéreas.
