MásMóvil crece: pone coto a la deuda y proyecta dividendos por más de 150 M€

MásMóvil se hace mayor. La pujante operadora española ha conquistado el mercado y a los inversores gracias a un despegue exponencial tanto en captación de clientes como de sus métricas financieras. Aun así, todavía se sitúa lejos de las prestaciones en materia económica que ofrecen otros competidores más grandes como Telefónica, Vodafone u Orange como son: un volumen de deuda neta todavía excesivo, tras cerrar 2019 con un endeudamiento de 3,5 veces Ebitda (frente a La 2,4 veces de media del sector). Por otro lado, que la compañía amarilla que no paga dividendos. Pero, el equipo dirigido por Meinrad Spenger ya ha encontrado una solución para ello de cara a 2021. Así, según sus directrices, situará su apalancamiento en la media del sector y podría repartir más de 150 millones en dividendos.

Para seguir la ruta trazada por la operadora simplemente hay que seguir un elemento clave: las previsiones de generación de efectivo. La razón es sencilla, ya que es la caja (y no los beneficios) los que amortizan deuda y pagan dividendos. El primer paso ya se ha dado con la adquisición de Lycamobile por 372 millones de euros. Una operación que se puede leer en dos claves: por un lado, una mejora anual de la capacidad de generar dinero neto de unos 52 millones, al menos en 2021. Se va a pagar al contado sin generar deuda, según señala la compañía. Aunque si generará un pequeño desfase en la tesorería en 2020 que se sufragará con vehículos como el factoring o adelanto de facturas.   

El punto de partida es el denominado Ebitda, la piedra angular de la evolución de flujos de efectivo, que propone la compañía. Las estimaciones de la operadora, antes de la adquisición de Lycamobile, eran de alcanzar los 700 millones para 2021. Ahora, con la nueva estructura societaria podría crecer en un 10%, dado que MásMóvil señala que gracias a las sinergias generadas el beneficio bruto de explotación será de 70 millones que se deberían añadir a la cifra anterior. Aunque, la telco confía en que dicha adicción sea directa en el flujo operativo final, esto es una vez descontados los gastos de capital e inversiones (capex), por lo que su suma irá al final.

Sea como fuere, el punto de partida se puede poner en los 700 millones inicialmente previstos. El siguiente paso, es reducir dicha cantidad por los pagos efectuados por la compañía tanto para crecer como en el coste de mantener la estructura del negocio. Así, está previsto que el capex ascienda a 255 millones de euros a lo que se suman cerca de 120 millones más en forma de pagos por intereses y ajustes (en 2019 fueron 83 millones, pero un año antes alcanzaron los 130 millones) y la nueva figura del pago de arrendamientos (algo más de 30 millones). En definitiva, el valor final en forma de generación de efectivo operativo sería de unos 300 millones de euros libres.

MÁSMÓVIL PODRÍA ALCANZAR LOS 470 M€ PARA AMORTIZAR DEUDA

La cifra anterior de generación de efectivo, de 300 millones, no estaría completa, puesto que habría que añadirle la cifra de Lycamobile, de 70 millones, y la de los ajustes por pagos diferidos en inversiones, que se mueve entre los 76 millones de 2018 y los 180 de 2019. En definitiva, entre ambos podrían añadir fácilmente otros 170 millones para dar una cifra final de 450 millones de euros en el apartado operativo. Una cantidad que se distribuiría de dos maneras: pagar deuda y dividendos.

Para lo primero, nos tenemos que guiar por las estimaciones iniciales de la compañía que prevé en endeudamiento de 3 veces deuda neta sobre Ebitda para 2020 y de 2,4 veces para 2021. Unos valores que suponen un incremento de la deuda neta para este año, aunque por debajo del crecimiento del beneficio de explotación, y una reducción en forma de amortizaciones por valor de unos 150 millones en el siguiente. Así, se conseguiría el primer objetivo, de encauzar la deuda hasta los niveles medios del sector, y todavía quedarían unos 320 millones de euros libres.

Para comprobar que dicha cifra se corresponde, grosso modo, con las directrices de la empresa se puede operar de forma más sencilla. Así, la operadora amarilla informó que esperaba un flujo libre a capital por acción cercano a los 2 euros. Dicho de otra manera, iba a generar 2 euros de efectivo por cada una de los 131 millones de acciones que posee, en concreto, unos 160 millones de euros. A lo que habría que sumar 52 millones más gracias a la integración de Lycamobile en 2021, lo que da una cifra muy similar.

MÁSMÓVIL PODRÍA REPARTIR DIVIDENDOS POR MÁS DE 150 MILLONES

Con semejante volumen de efectivo libre, tampoco será difícil alcanzar el segundo objetivo: distribuir dividendos. Pese a que todavía no es oficial, la compañía ya juega con ese mensaje y fuentes cercanas a la misma consideran que prácticamente está hecho. La pregunta que está en el aire es a cuánto ascendería en el caso de aprobarse. Para encontrar respuesta hay que acudir a dos elementos: el flujo caja obtenido, de unos 320 millones, y el porcentaje de pagos del sector que ronda el 50% (por su alto endeudamiento). Así, Telefónica repartió en el último año 2.700 millones, tras lograr una posición de liquidez de 5.578 millones en 2018.

Con todo ello, MásMóvil podrá repartir más de 150 millones o lo que es lo mismo cerca de 1,14 euros por acción. Un pago de dicha cuantía equivaldría una rentabilidad del 6,1% respecto del precio actual, de 18,5 euros. Aunque, obviamente, todo depende del precio en dicho momento, ya que para un valor de 25,62 euros (la media ponderada de los precios objetivos dados por Kepler, BNP, Renta 4 y HSBC) se reduciría al 4,4%. Por todo ello, MásMóvil se juega en los próximos dos años dejar la pubertad para convertirse en una operadora ya adulta.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2