viernes, 13 diciembre 2024

Abertis genera dudas sobre su rentabilidad y política de inversión

Chile. Autopista La Serena-Los Vilos. Pasó de largo. En la otra punta del continente americano, en Canadá, Autopista Northeast Anthony Henday. Propiedad de Iridium (filial de ACS), la puso en venta. Por el acuerdo entre Atlantia, ACS y Hochtief, Abertis partía con ventaja para hacerse con ella. Tres cuartos de lo mismo.

Durante casi los tres últimos años, Abertis ha permanecido en una especie de stand by. Como se suele decir, ha visto pasar por el espejo retrovisor compras, adjudicaciones públicas, e inversiones que antes de la opa de los actuales propietarios hubieran caído en el zurrón de la concesionaria.

Por si fuera poco, la delicada situación de su mayor accionista, Atlantia, no hace sino empeorar las cosas. La agencia crediticia Standard & Poor’s (S&P) rebajó su nota hasta BB-. Algo así como bono basura. “Abertis también se ve afectada ya que la agencia le ha dado para nuestro territorio una acreditación BBB- [el nivel mínimo para ser calificado como un bono investment grade o de máxima calificación crediticia], generando muchas dudas en cuanto al grado de inversión”, afirma Diego Morín, analista de IG. En los próximos tres meses, podría caer hasta BB+.

Cierto que los problemas financieros están a nivel de Atlantia, pero no menos cierto es que las agencias de rating, cuando un accionista tiene dificultades, además de rebajar el rating del accionista, también suele hacer lo propio con el rating de la subsidiaria.

Una posible rebaja de su rating en los tres próximos meses implicaría incrementos de costes para financiarse

“Una rebaja crediticia implicaría mayores incrementos de costes para poder financiarse, lo que generaría caídas en las rentabilidades de todos sus proyectos. En cuanto al reparto del dividendo, se podría poner en duda la adjudicación del mismo”, añade Diego Morín.

EL DIVIDENDO DE ABERTIS

Abertis está participada por Atlantia (controla el 50% de las acciones más un título), ACS (30%) y Hochtief (20% menos una acción). La deuda supera los 24.000 millones de euros. “En 2023 llegan los primeros vencimientos de los grandes paquetes de deuda, en torno a los 4.500 millones. Habrá que ver cómo los afronta la compañía”, advierte el analista de IG.

Si la deuda de Abertis es elevada, la de Atlantia supera los 38.000 millones de euros. “La mejora del rating está ligada a un menor importe de deuda. Para reducirla, hay que destinar mayor porcentaje de la generación de caja a la reducción de deuda y menos a retribuir a los accionistas vía dividendos”, manifiesta César Fernández Tajes, director del Instituto Superior de Bolsa, Inversión y Finanzas (Isbif).

Dividendos a los accionistas que el año pasado supusieron la friolera de 10.000 millones de euros. El motivo no fue otro que traspasar la deuda que los actuales propietarios asumieron para adquirir Abertis. “El próximo reparto de dividendo será en marzo o abril. Veremos si lo mantienen o se ven obligados a reducirlo. Ahora mismo, realizar una apuesta sería un riesgo. Por ello, tendríamos que esperar nuevos informes o noticias que esclarezcan todo el procedimiento”, advierte Diego Morín.

César Fernández Tajes, por su parte, apunta: “La única forma de garantizar al actual rating de Abertis es reducir el dividendo actual de cerca de 900 millones de euros, probablemente, a menos de la mitad”. Y concreta: “ACS y Hochtief, sin ser culpables de la situación, se van a ver perjudicadas porque verán reducidos los dividendos que tenían previsto recibir de Abertis”.

Los dividendos actuales se establecieron en un importe que permitía a Abertis ir reduciendo el endeudamiento con la caja generada anualmente. “No tiene sentido, y no es sostenible a largo plazo, estar pagando dividendos a los accionistas tomando deuda”, sostiene el director de Isbif.

El FUTURO

Ahora mismo, los ojos están puestos en Italia. El país trasalpino puede retirar las concesiones a Atlantia. De ser así, mantener el dividendo sí sería misión imposible. La pregunta es si Abertis tiene armas para que no acabe salpicándola la tragedia de Atlantia. “Es difícil, porque tanto a Atlantia, como a los bonistas, les interesa reducir el dividendo de Abertis. El 50%, que reciben ACS y Hochtief, sale fuera del perímetro de Atlantia. Y a esta le interesa que haya más caja que se quede dentro del perímetro para reducir deuda ya que mejora su solvencia y rating”, mantiene César Fernández Tajes.

Abertis lo que podría hacer, aunque se antoja complicado, es convencer a Atlantia de que vendiera su participación total o parcialmente. Eso sí, a un nuevo accionista que tuviera un rating mejor que el de Atlantia. De esta manera subiría su rating, volviendo a la casilla de salida. Una transacción cuya ejecución llevaría meses.


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