Amber, el principal accionista del Grupo Prisa, ha reforzado su capital en la firma. El fondo adquirió recientemente hasta 300.000 acciones que le han permitido alcanzar un nuevo máximo con el 29,842% de los derechos de voto. Una cifra que les sitúa muy cerca de la frontera del 30% que le exigiría lanzar una opa para adquirir la compañía. Además, el movimiento se realiza un tiempo después de que el multimillonario mexicano Carlos Slim aumentase de manera importante su participación a través de su brazo inversor, Carso.
La operación se ejecutó en tres actos. En el primero, el 7 de enero, Amber adquirió un bloque de 95.000 títulos. Al día siguiente, ejecutó la compra de otras 134.927 acciones y, por último, el pasado día 10 se hizo con otras 70.000. En total, el fondo ha desembolsado 400.000 euros, dado que los precios en los tres días han oscilado entre los 1,35 y los 1,33 euros.
El movimiento, notificado a la CNMV, es el primero en lo que va de año, aunque apenas han pasado dos semanas del mismo. Una actividad frenética que ya se repitió en 2019, año en el que el regulador de los mercados notificó hasta 13 movimientos con sus respectivos bloques divididos de operaciones (cómo ha ocurrido en esta ocasión). Curiosamente, un periodo antes, en el de 2018, también se sucedieron 13 notificaciones por las compras de acciones del fondo británico. Con ellos, ha ido pasando del 15% del capital social que mantenía allá por 2016, al 27,03% al acabar el 2018 y, por último, al 29,842% con el que ha estrenado el 2020.
La firma financiera cuyo nombre visible es el de Joseph Oughourlian es de carácter belígeramente, lo que significa que es muy activo en las decisiones y estrategias que toma la compañía. Al contrario, de otros como Blackrock que lideran el capital social de innumerables compañías sin entrar en el consejo. De hecho, jugó un papel importante dentro de la batalla accionarial que culminó, en 2017, con la marcha de José Luis Sainz como consejero delegado de Prisa, en primer lugar, y con la de Juan Luis Cebrián como presidente ejecutivo, posteriormente.
RESPUESTA CONTUNDENTE AL MOVIMIENTO DE SLIM
El movimiento de Amber se produce un tiempo después de que Slim, a través de Carso, decidiera aumentar su apuesta por el grupo. En concreto, a finales de septiembre eñ empresario mexicano comunicó al regulador que había alcanzado una participación del 4,3% en la firma. Con ello, había aumentado de manera sustancial dicha tenencia de acciones, puesto que las últimas referencias databan de 2014 cuando comunicó un 2,82%. Con dicha adquisición, Slim se conviertió en uno de los principales accionistas del grupo, solo superado por: Amber Capital (29,842)%, seguido de Telefónica (9,44%), HSBC (9,108%), Rucandio (sociedad de la famila Polanco, 7,611%), y el jeque qatarí Khalid Al-Thani (5,142%).
Pese a que no se conocen demasiados detalles sobre las intenciones de Amber o del propio Slim, las especulaciones han ido ganando peso. De hecho, ante el último movimiento del fondo se llegó a publicar que las ambiciones era la de lanzar una opa, cosa que parece lógica al comprobar cómo ha ido creciendo la participación, pero que necesitaba del apoyo institucional de las empresas españolas, por lo que todavía quedan demasiadas cosas en el aire.