Si eres dueño de un negocio o una empresa, seguro que hay meses que tienes más ventas que otros. Esto es normal, pero eso no quiere decir que no debas regularlo de alguna manera. ¿Cómo puedes conseguirlo? Recurriendo a fidelizar clientes.
Esto no es otra cosa que hacer que se queden contigo, que compren tu marca, tus productos y no los de la competencia. Para ello, deberás destacar de alguna forma. No vale solo con decirlo y esperar conseguirlo, pues los clientes son dueños y señores de unas decisiones cada vez más premeditadas y mejor tomadas.
En un mundo altamente competitivo, no hay duda de que es bastante complicado destacar, sobresalir. Pero complicado no es imposible y puedes conseguirlo teniendo en cuenta estos consejos.
Primer paso para fidelizar clientes: pensar en ellos
Para muchos negocios, los clientes son números, cifras, porcentajes, estadísticas, y no hay mayor error que pensar así.
Tus clientes son personas. Personas reales que tienen unas necesidades, y que tú estás ahí para intentar cubrir de la mejor manera posible. Además, gracias a las nuevas formas de comunicación, como las redes sociales, podremos crear vínculos cada vez más estrechos con ellos.
Las marcas deben ser humanas, y recordar que tratan con humanos. De esta forma, será mucho más sencillo fidelizar clientes que si nos comportáramos como meros robots.
Tus clientes siempre son especiales
Los clientes lo son todo para tu negocio, de ahí la importancia de que estén contentos, de crear una relación con ellos.
Para acercarte a tu público debes conocerlo a fondo. Sí, es bueno crear un tipo de relación y no quedarse haciendo un monólogo. El resultado de estas relaciones será crear una lealtad hacia tu marca, tu servicio o tu producto. Es decir, hacia tu negocio. Y así es como puedes fidelizar clientes.
Sorprende a tu cliente siempre que puedas. Inspírale. Muéstrale lo que sabes que le gusta para que confíe en ti. Y luego ofréceselo, con el mejor trato posible. Demuestra que puede confiar en ti.
Regálales experiencias
Los clientes lo quieren todo. Ya. En este momento. Debido a Internet, ha cambiado la forma en la que se hacen las compras, las búsquedas, etc.
Tú estás ahí para que comprar tu marca o servicio sea una experiencia de principio a fin. Para hacerlo bien, debes conocer en profundidad las necesidades de tu público. Qué quieren, qué desean y cómo lo desean.
Tan importante es ofrecerles lo que quieren o necesitan como saber cómo hacerlo. La experiencia de atención al cliente debe ser de 10, porque, de lo contrario, no sabrás cómo fidelizar clientes y estos acabarán yéndose a la competencia.
Sois un equipo, apóyate en él
No estás solo en la empresa, recuérdalo siempre que cualquier acontecimiento consiga superarte.
Tus empleados son tu equipo de trabajo. Y, como tal, están ahí para poder ayudarte y quitarte carga laboral. Además, nada mejor que tener muchas y variadas ideas para dar con la clave que satisfaga al consumidor.
Trátalos con respeto, escucha siempre sus opiniones y haz que se sientan valorados como personas y profesionales. No te fallarán y eso se notará en el negocio.
Los detalles son lo más importante
Piénsalo, en los detalles más pequeños se esconden las mejores experiencias. O las más recordadas.
Cuida al máximo todos los detalles para poder fidelizar a tus clientes. Sé atento con todo, desde el inicio de la compra hasta el final. Incluso antes y después de finalizar. Que vean que tu marca está ahí, que cuentan con un apoyo y con un respaldo.
La seguridad a la hora de comprar en estos tiempos que corren es primordial. Mejora tu presencia en Internet, haz que puedan leer reseñas sobre tu marca. Es decir, consigue ganarte su confianza y lo tendrás todo.
Crea una estrategia adecuada
¿Cuál es tu valor principal? ¿Y tu ventaja competitiva? Si las tienes claras, podemos pasar a la acción, si no, es el momento de centrarse en estas claves.
Para crear una estrategia que conduzca a los consumidores a adquirir tu marca por encima de otra, el primero que debe tener claro por qué deben hacerlo eres tú. Tienes que confiar en ti mismo, conocerte, para poder venderte a los demás.
Piensa que la estrategia es una especie de guía con la que conducirás a tus potenciales clientes para convertirlas en verdaderos fans de tu marca.
Informa a tus clientes, dales lo que quieren
Si lo que buscas es fidelizar clientes debes tener algo claro: tienes que tener lo que te piden. Así de sencillo.
Además, con un cliente cada vez más exigente y mejor informado también debes saber cómo lo quiere para ofrecérselo de la forma más jugosa. Ojo, no engañosa, sino atractiva. Inspirándoles, haciéndoles soñar.
Pero no todo vale, y debes tener en cuenta que tu producto o servicio debe ser excelente para que cumpla las expectativas que vende, así como el posterior y el anterior servicio al cliente.
Nunca los decepciones
Se pueden tardar años en ganarse la confianza de alguien, mucho más de un cliente, pero tan solo un segundo es necesario para perderla.
Con los clientes ocurre como con los mejores amigos. Y no es nada aconsejable decepcionar y perder la confianza de un cliente. Menos aún en la actualidad. Gracias a las redes sociales, las opiniones corren como la pólvora. Sí, también las buenas, pero mucho más las malas.
No te arriesgues. No crees una mala fama alrededor de tu marca porque terminarás por no fidelizar clientes e incluso por terminar perdiéndolos.
La innovación es importante
Para destacar debes ser diferente. Y para ser diferente tienes que estar en continuo movimiento.
Es decir, gran parte de tu inversión debe ir destinada a la investigación y la innovación y desarrollo de los proyectos del negocio.
Ten en cuenta que los clientes siempre van a querer más. El producto más novedoso, el más innovador. Y ahí estás tú para estudiar esos cambios en el mercado. Y para desarrollar aquello que cumpla las nuevas expectativas de los consumidores.
Busca el feedback
Los consumidores ya no son como antes. Han cambiado. Y nada mejor para fidelizar clientes que hacer que interactúen con la marca, que puedan opinar.
Esto los beneficia porque se sentirán importantes, escuchados y valorados. Y te vendrá muy bien para conocer sus pensamientos, lo que quieren conseguir, sus expectativas, etc.
Además, así podrás saber si tu producto las cumple o en qué las necesita cambiar.