La firma automovilística española Seat está trabajando en el desarrollo de nuevos modelos de la marca o para atraer vehículos de otras marcas del consorcio Volkswagen con el fin de mantener los volúmenes de producción de su planta de Martorell (Barcelona) en los elevados niveles actuales.
Así lo aseguró el presidente de la compañía, Luca de Meo, que se ha mostrado tranquilo en el corto plazo con el futuro de la factoría, gracias a la llegada en 2020, de la nueva familia del León, en tres carrocerías, y también al apoyo del Arona y del Ibiza, que son dos productos «muy estables».
«Lo que estamos haciendo es buscar traer un coche del consorcio como lo hemos hecho antes con los Audi A1 y Q3»
No obstante, De Meo, en una entrevista concedida a Europa Press, se mostró «más preocupado» en el medio plazo (años 2023, 2024 o 2025), ya que la compañía tiene que encontrar una solución, «no para salvar Martorell, sino para que la planta siga en un nivel alto, en el actual, por lo menos».
También se refirió al todocamino Ateca, que se produce en República Checa, destacando que ha permitido a la compañía dar un salto grande en cuanto a la contribución al margen de beneficio por coche, ya que se encuentra en un segmento superior en el que los clientes están dispuestos a pagar más por los vehículos.
«SEAT GANA DINERO Y SE FINANCIA»
Por otra parte, el máximo responsable de la empresa subrayó que Seat lleva tres años consecutivos de récord de resultados y adelantó que la compañía catalana va a volver a registrar en 2019 cifras históricas de producción y resultados.
«Seat es una empresa que gana dinero y se financia desde hace años. Desde 2015 generamos ‘cash’, no hay nadie que nos subvencione. Somos una empresa que tiene liquidez positiva, que tenemos proyectos importantes, por lo que no hay ninguna razón para dudar de Seat», afirmó.
En esta línea, De Meo destacó que la firma española tiene un plan de crecimiento y orientado a lograr una «masa crítica importante». Además, aseguró que Seat contribuye a los resultados de Volkswagen no solo con el beneficio que genera, sino que también le compra tecnología y componentes y colabora en proyectos en términos de desarrollo y diseño.
POTENCIAL DE EXPANSIÓN INTERNACIONAL
En otro orden de cosas, el directivo subrayó que la firma de Martorell tiene un papel sólido en el grupo Volkswagen como una marca joven, de acceso y de conquista para el consorcio y confirmó que la empresa tiene todavía «mucho potencial» de crecimiento en país con mayor tradición.
De Meo resaltó que en los últimos años ha experimentado grandes incrementos de ventas en países como Alemania, Francia, Italia o España y confirmó que todavía queda margen de crecimiento en mercados tradicionales, sin tener que centrar su estrategia de incremento de volumen en nuevas regiones.
«Mi objetivo siembre ha sido estar entre el 3% y el 5% de los segmentos en los que estamos presentes»
Por otra parte, el presidente de Seat adelantó que la firma española está estudiando las diferentes oportunidades que se puedan presentar en el campo de la micromovilidad, para lo que ha desarrollado modelos como el eXS KickScooter, se introducirá en el segmento de las dos ruedas de la mano de Silence y lanzará el Minimó.
APUESTA POR LA MOVILIDAD EN LAS CIUDADES
De Meo apuntó que una de las formas de afrontar el reto de la movilidad en las ciudades es realizar un acercamiento «desde abajo» (micromovilidad), lo que permite rebajar el punto de punto de equilibrio. De esta manera, recordó que las plataformas de ‘car sharing’ se enfrentan a elevados costes en materia de aparcamiento, recarga, personal y de amortización de los vehículos.
«Queremos apostar por el ‘car sharing’ clásico, pero lo vemos más como un negocio entre punto y punto y no como ‘free floating’ y también como un servicio conectado a la red de concesionarios, que serán potenciales operadores de movilidad local», aseguró, al tiempo que destacó que lo más importante para este tipo de negocio es el desarrollo de la plataforma digital.
El objetivo de Seat con esta estrategia, según De Meo, es lograr un negocio que tenga sentido desde el punto de vista económico y, especialmente, en un entorno de merado en el que es muy complicado alcanzar la rentabilidad.