Radares didácticos: qué son, dónde están y para qué sirven

Seguro que los has visto en autopistas o en carreteras a la entrada de los pueblos o ciudades. Los radares didácticos en los que se ve al instante la velocidad a la que va tu vehículo se han convertido en la manera en la que la DGT nos enseña a reducir nuestra velocidad, pero no a multar.

Muchas veces no somos conscientes de lo rápido que vamos cuando estamos en el coche. Y a veces superamos la velocidad máxima permitida, sobre todo en zonas que piden reducirla de pronto.

Estos nuevos radares se han colocado en lugares estratégicos para cumplir una función didáctica. Te contamos lo que tienes que saber de ellos.

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Cuando los radares se convierten en un juego

Cuando los radares se convierten en un juego

Estos radares didácticos también han servido para que algunos jóvenes jueguen a emular a Usain Bolt. El juego consiste en pasar corriendo cerca del radar y ver qué velocidad indica. Así que el ganador será el que consiga batir el récord.

Varios jóvenes han tratado de retarse entre ellos y competir a ver quién consigue más velocidad punta en un sprint. Para medirlo cuentan con la “ayuda” de estos radares originalmente colocados para controlar a los vehículos, no a las personas.

Algunos jóvenes han llegado hasta los 29 kilómetros/hora corriendo, aunque el atleta jamaicano consiguió nada menos que 44,72 km/h cuando batió el récord del mundo.

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