Las cinco acciones de Letizia que la acercan al pueblo y la alejan de Zarzuela

Letizia no puede renunciar a sus raíces. Es consciente de dónde viene, y nosotros también. No ha trazado, en ningún caso, la línea definitiva entre el pueblo y la monarquía. «La reina soy yo», apuntan algunas voces en falso como autora de la frase a la esposa del Rey Felipe. Nada más lejos de la realidad.

Letizia, con el tiempo, ha asumido su papel. La prometida del príncipe heredero, la princesa de Asturias y en estos días, la reina de España. No solo la consorte, sino la madre de la futura Reina titular: Leonor de Borbón y Ortiz. Pero, ¿qué acciones acercan a Letizia al pueblo y la alejan de los lujos de Palacio?

Letizia, natural y cariñosa con el Rey

El pasado 19 de junio de 2014, don Felipe de Borbón se proclamaba Rey de España ante la precisa mirada de sus dos hijas, Leonor y Sofía, y por supuesto de su esposa, Letizia Ortiz. En aquella ocasión, la ya Consorte de España seleccionó un modelo de Varela, para no varias, en blanco roto con cristales en degradé de blanco a rubí.

Lejos de mostrarse como una mujer ortodoxa, encorsetada y regida por los supraprotocolos, Letizia fue natural, acarició y besó la mejilla de su marido, se mostró risueña y cuidadosa con sus hijas y volvió a demostrar que la exigencia y la perfección (pese a que es su cometido) puede quedar, a veces, y solo a veces, en un segundo plano.