Francisco González recibió en 2016, cuando era presidente del BBVA, un crédito de 7,5 millones «de una entidad financiera» que no detalló para comprar «activos financieros» y que coincidió con compras de acciones de su propio banco. El préstamo lo recibió a través de su empresa patrimonial, Belegar Inversiones, cuyas cuentas omiten el banco acreedor. En 2017, recibió un crédito idéntico de tal banco anónimo para igual fin: compra de activos financieros. Y volvió a comprar acciones del BBVA.
Lo habitual es que las cuentas anuales que las empresas inscriben por ley en el registro mercantil identifiquen las deudas bancarias, con detalle del importe, fecha de la concesión del crédito, saldo pendiente, fecha de vencimiento y nombre del banco. Sin embargo, Belegar Inversiones, la patrimonial de FG, pese a que tiene un patrimonio de 40 millones de euros omite un dato relevante año tras año: qué banco le ha prestado 7,5 millones de euros en cada ejercicio y que utiliza para comprar acciones del BBVA.
El asunto sería relevante siempre ponerlo en claro en la foto oficial de unas finanzas societarias. Pero cuando el que rubrica estas cuentas era presidente y accionista del BBVA despejar todas las incógnitas se hace aún más necesario. Porque conviene aclarar si fue el propio banco que presidía el que le dio dinero para comprar acciones.
Pero si FG nunca detalló quién le dio el crédito, sí reveló parte de su destino
Porque, de ser así, se abren interrogantes relevantes: ¿recibió un trato especial por ser presidente del BBVA? ¿Con qué interés se acordó el préstamo? ¿Se ofrecieron tales créditos a los demás consejeros y accionistas del BBVA? ¿Se valoró por la comisión de riesgos? Porque es el sueño dorado de todo accionista del BBVA: que el propio banco te ceda dinero para comprar acciones de la entidad y luego, con los dividendos que originen, pagar el préstamo.
Incluso de ser un banco distinto del BBVA el otorgante del crédito a la sociedad patrimonial de FG, seguiría siendo igualmente relevante esclarecer si influyó en algo el ser presidente de esta entidad para obtenerlo, ya que podría tener nexos con el imperio inversor que gobernaba Francisco González.
Pero si FG nunca detalló quién le dio el crédito, sí reveló parte de su destino: «durante el ejercicio de 2016 se han adquirido 89.909 acciones BBVA por un importe total de 161.439 euros». Y durante 2017 compró otras «32.462 acciones (del BBVA) por un importe de 4.911 euros».
FG anotó otro dato del crédito concedido: «Al cierre del ejercicio de 2017 se habían dispuesto 5.034.880 euros (de los 7,5 millones concedidos). Esta cantidad se ha «invertido en la adquisición de activos financieros». No aclaraba qué activos financieros había sumado con tan generosa ayuda.
Pero similar frase se repetía en 2016: «Al cierre del ejercicio se habían dispuesto 7.373.550 euros (de los 7,5 millones concedidos también ese año» y remachaba que se había «invertido en la adquisición de activos financieros». Dado que en 2017 se reflejan ambas cifras dispuestas, 7,3 millones en 2016 y 5 millones al año siguiente, todo parece apuntar que cada año FG ha dispuesto de una línea de crédito de 7,5 millones.
Y esto elevaría la cantidad prestada a 15 millones «para inversión en activos financieros» por el anónimo banco, a falta de saber si se ha repetido la jugada en 2018, lo que añadiría otros 7,5 millones. Esto pondría el dinero prestado en 22,5 millones, la mitad del patrimonio de la sociedad de FG.
El resultado final de su política de inversiones en BBVA era que a fines de 2017 Belegar poseía 1.748.521 acciones, lo que suponía un 0,026% del total y con un valor situado en 15,8 millones de euros. A esto se unía la participación individual de FG en el accionariado del BBVA, un 0,037%. En total sumaba, un 0.064% del accionariado del BBVA.
La escalada de su adquisición ha sido notoria en los últimos años
Sorprende que FG necesitara un préstamo para comprar acciones cuando recibía al año un dividendo de 294.595 euros por sus acciones del BBVA. Por otro lado, poseía participaciones en BBVA Capital Privado por valor de unos 50.000 euros. La foto actual, fines de 2018, es que FG tiene unos derechos de voto equivalentes al 0,67%. derivadas de 2,6 millones de acciones a título individual y 1,7 millones a través de su patrimonial.
La escalada de su adquisición ha sido notoria en los últimos años. En total, FG poseía 4,4 millones de acciones del BBVA el 24 de diciembre de 2018 (frente a las 4,1 millones de 2017 o 3,9 millones de 2016) que el banco le había ayudado a comprar por una doble vía: un sueldo que en 2017 era de 5,79 millones (de ellos 3,9 millones en dinero y 1,8 en acciones) y los dividendos de sus acciones.
Pero esta cifra se elevó tras su salida de la presidencia del BBVA ya que compró un millón de acciones más del BBVA. Las adquisiciones se situaron en diciembre de 2018, y esto situó su techo accionarial en 5,4 millones de acciones. Las compras se realizaron, según datos oficiales, el 28 y el 31 de diciembre de 2018. FG había comunicado su cese a la CNMV el 21 de diciembre.
Y queda por saber si a esto deben sumarse los créditos de 7,5 millones anuales recibidos para comprar activos financieros, ya que el BBVA y la sociedad Belegar han declinado responder a Merca2.com cuando se les ha preguntado si dicho banco ha concedido tal préstamo a la sociedad instrumental que dirige el que fue su presidente hasta 2018.