Deliveroo Editions cuenta con dos locales en Madrid. En cada uno de ellos hay espacio para seis cocinas, aunque alguna todavía no tiene inquilinos. La idea de la compañía es que los restaurantes no estén mucho tiempo en el espacio, al revés fomentan el movimiento. Buscan la rotación como una especie de ensayo error. Deliveroo pone el local y los equipamientos, por su parte los restaurantes le abonan un porcentaje variable al mes, sobre el total de lo recaudado.
Todas las cocinas de Deliveroo Editions son iguales, sin embargo, cada una trata de adaptarse a las necesidades de su restaurante, ya que no requieren los mismos equipamientos un tipo de cocina que otra. El equipamiento lo pone siempre Deliveroo. Hay una parte de la cocina estandarizada, común en todas ellas, y después cada cocina se aparta a las peticiones del restaurante.
En Madrid hay dos Editions, el primero, el del barrio del Retiro se inauguró en septiembre, y el segundo, en el distrito de Tetuán en noviembre. En tan sólo dos meses algunos restaurantes han abandonado el recinto, es el caso de New York Burguer y L.A. Sushi. Editions del barrio del Retiro cuenta con un patio exterior, con un pequeño parking de bicis y mesas para que los repartidores pueden esperar, si es que llegan antes de que salga el pedido.
Lo primero que vemos cuando entramos en la nave, un antiguo taller de coches, es el habitáculo en el que el repartidor recoge el paquete. Hay una mesa fría y una mesa caliente, donde se depositan los pedidos que requieran calor. Hay además un monitor donde aparecen el estado de cada pedido y el tiempo de espera, a través del cual los repartidores controlan los paquetes.
Diana Morato, directora general de Deliveroo España asegura en declaraciones a MERCA2 que este proyecto pretende ayudar a los restaurantes a expandirse, “los restaurantes pueden venir a probar, ver si funcionan las marcas y después salir y montar algo propio. Lo que queremos es que vengan y prueben, queremos servir un poco de innovación”. Algunos de estos restaurantes han montado marcas virtuales, que sólo se elaboran en Editions, como es el caso de Mama Campo, que dispone de cuatro marcas propias: Mama Poke, Mama Burguer, Mama Veggie y Mama Mollete.
Editions se vende como una incubadora de ideas, una especie de laboratorio donde los restaurantes pueden jugar y probar cosas. Para Morato todos salen ganando: “este local está pensado para el delivery, el producto viaja mejor, está todo más cuidado y los riders se benefician porque al haber más oferta de pedidos ellos también pueden ganar más dinero”. Aseguran que en algunos casos los riders rechazan los pedidos que no llegan de Editions porque en este espacio se cumplen los plazos, está todo muy controlado y hay mucha más actividad.
Además de las seis cocinas, contiguas unas a otras, hay un office para limpiar y un almacén. Cada restaurante compra sus productos y se encarga de la limpieza de su espacio, de las zonas comunes se encarga Deliveroo. Cada restaurante emplea a sus cocineros, pero los empleados de Editions son de Deliveroo. Hay tres figuras de Deliveroo en cada espacio: un porter que se encarga de limpiar el menaje de los restaurantes y las zonas comunes del local, un manager y un asistente.
Según Morato hay tres motivos por lo que un restaurante decide abrir su cocina en estos espacios. Uno de los motivos es el abultado volumen de venta. Si un restaurante recibe muchas peticiones de envíos a domicilio las cocinas se pueden saturar ya que el horario es el mismo en el que atienden el propio restaurante, y no puede absorber más demanda. Otro de los motivos es la diversificación, los envíos a domicilio dependen de las zonas geográficas, por tanto, no todos los restaurantes llegan a todos los lugares, de esta manera los restaurantes amplían el radio de actuación a otra zona de la capital. El tercero de los motivos es la experimentación, a través de Editions pueden probar nuevas marcas y ver la acogida que están teniendo sus platos.
LA SITUACIÓN DE LOS RIDERS
Sobre la situación de los riders, tras el aplazamiento del juicio el pasado lunes, Morato asegura que “para las empresas es mucho más cómodo este servicio, hace años el reparto no estaba profesionalizado, la persona que cocinaba te llevaba el pedido, para los restaurantes es mucho mejor trabajar con nosotros, es mucho más seguro y cualquier problema relacionado con el reparto lo absorbemos nosotros”.
La compañía se juega más de un millón de euros en cotizaciones sociales no abonadas a los repartidores, tras la demanda de la Tesorería General de la Seguridad Social, tras una inspección de trabajo. Según la Administración los repartidores son falsos autónomos y por tanto debería ser la empresa quien pagara las cotizaciones. No es la primera vez que la compañía se enfrenta a un juicio. En Valencia un rider denunció a la compañía por su situación laboral y la juez determinó que el repartidor tiene una relación contractual con la empresa.
De momento la mayoría de los restaurantes de Deliveroo Editions trabajan para el turno de cenas, desde las 17:00 hasta las 00 de la noche. Algunos restaurantes están empezando a hacer repartos para el turno de cocinas, desde las 11:00 horas hasta las 16:00. El próximo mes de enero se darán a conocer los nuevos inquilinos de las cocinas que de momento están vacías.