Cabify: el entramado empresarial multimillonario que apenas paga impuestos

Para entender la estructura de Cabify hace falta estudiar un master de economía. La empresa es española, aunque mantiene la sede fiscal en Delewere, un pseudo paraíso fiscal. Por ese motivo es imposible saber cuáles son sus números. Cabify se compone de varias empresas, y esas empresas de otras empresas. Cabify Movility Internacional es la matriz. Esta empresa tiene otra empresa accionista: Maxi Movility Internacional y otra empresa participada: Maxi Movility España. Además, está Vector Ronda Telepor, la antigua Maxi Mobility Transportes de Viajeros. Todas dan pérdidas.

La startup fundada por Juan de Antonio está considerada una empresa unicornio, es decir, que está valorada por encima de los 1.000 millones de euros, en estos momentos supera los 1.400 millones. Sin embargo, según los datos del Registro Mercantil, sus cuentan son negativas y por tanto no paga impuestos. La matriz juega a la geometría financiera, y es complicado entender cuál es su estructura. El caso de Cabify Movility int, es curioso. Las ventas, en 2017, fueron de 113.000 euros, y sus resultados contraen pérdidas de casi tres millones y medio de euros, con unos activos de 189 millones. En los últimos tres años su beneficio neto ha ascendido en aproximadamente a 183 millones de euros.

Maxi Mobility España, es decir, Cabify como la conocemos, tiene unas ventas de 73 millones de euros y unos resultados negativos de tres millones y medio de euros. Como accionista figura Cabify internacional y como empresa participada Vector Ronda Teleport. Como administrador único está Maxi Mobility internacional, y tiene dos apoderados, Juan Ignacio García Braschi y Vicente Pascual Olmos. Brashi figura en 29 empresas, la mayoría relacionadas con el transporte de pasajeros y mercancías, muchas relacionadas con las VTC, pero también alguna relacionada con los bines inmuebles. Además, es consejero de Glovo, la startup de mensajería rápida.

Vector es una de las empresas que más coches de VTC tienen. Su presidente es Rosauro Varo, un empresario muy prolífico que desde muy joven se ha dedicado a fundar startups. Entre ellas fundó el tele botellón. Vector tiene unas ventas de ocho millones de euros, pero cerró 2017 con tres millones de euros de pérdidas.

El negocio de Cabify en Latinoamérica solo da disgustos. He perdido alrededor de 90 millones de euros. En México ha perdido 22 millones de euros, en Brasil casi 36 millones. Colombia ha dejado un agujero de 8 millones y Chile seis millones. Pero, a pesar de estos números rojísimos, la empresa a nivel global ha recibido una inyección de capital de 131 millones y continúa con su aventura internacional, ya que tiene previsto seguir diversificándose por estos países.

REVENTA DE LICENCIAS

¿De dónde saca el dinero Cabify? La empresa se ha sometido a varias rondas de financiación. Rakuten Capital, TheVentureCity, Endeavor Catalyst, GAT Investments, Liil Ventures, WTI, y varios inversores de España y América Latina han sido algunos los fondos que han participado. Hasta aquí todo bien. Cabify se presenta al mundo como empresa triunfadora que surge del esfuerzo, el ingenio y la suerte de Juan de Antonio. A menudo sirve como ejemplo de startup modélica que mira de frente a las grandes de San Francisco, sin embargo, no hace falta bucear mucho para encontrar algunas fisuras en su modelo de negocio.

Parte del dinero que obtiene Cabify proviene del mercado de licencias. O eso es lo que aseguró Fedetaxi, la asociación mayoritaria de taxistas en España, en 2017. La asociación denunció ante la fiscalía que Cabify conforma, presuntamente, un entramado de aproximadamente una veintena de sociedades para la reventa de licencias. Llegaron a hablar de “mercado secundario especulativo”. Además, matizó que Cabify no trasmite directamente las licencias, sino que lo hacen las sociedades que forman parte del entramado. La gremial solicitó que se obligara a las empresas a explotar las autorizaciones a quien las solicitaron y pidió que se impusieran límites temporales a la reventa, como ocurre con el taxi.

Fedetaxi también comunicó a la fiscalía la existencia de la figura de inversor. Los trabajadores, supuestamente, pueden optar a una participación de una licencia, es decir una pequeña parte de los resultados de la explotación. Deben trabajar por objetivos para llegar a estos beneficios, si no los consiguen son despedidos.

Cabify presume de ser una empresa que crea grandes oportunidades laborales, que cualquiera puede comprar una licencia y operar con su propio coche, sin embargo, la mayoría de las licencias de VTC están en manos de unos pocos. Esas empresas emplean a los conductores como autónomos. Sus choferes tienen que cumplir una serie de objetivos, y además deben tener buenas valoraciones por parte de los usuarios.

Las horas calientes están enriqueciendo el negocio. Cabify presume publicitariamente de trayectos low cost pero la realidad es que en las horas calientes comete verdaderos atracos. En fechas señaladas como navidad, el precio por trayecto aumenta en un 300%, un trayecto que normalmente tiene un precio de 20 euros puede costar alrededor de 50 euros. Pero no solo pasa en navidad, los sábados, se encarece mucho el servicio, igual que ocurre en zonas donde hay mucha demanda, como un campo de fútbol, o un concierto.

QUEJAS DE LOS EMPLEADOS Y USUARIOS

Varios ex conductores han denunciado que la empresa utiliza artimañas para actuar fuera de la regulación y así captar más clientes. Las VTC tienen prohibido por ley captar clientes en la calle, tampoco pueden estacionar a menos de 100 metros de las zonas de influencia, es decir, hoteles, estaciones de tren, estadios de futbol, etc. Sin embargo, algunas empresas que trabajan con licencia de VTC para Cabify, como Business Car Madrid, sugieren a los conductores que permanezcan parados en zonas cercanas esperando a que salte un servicio. Además, instan a los conductores a falsificar las hojas de ruta ante los posibles controles policiales.

Los taxistas están muy cabreados por la captación ilegal, y aseguran que la calle está muy caliente. La falta de sinfonía entre ambos no es novedad, pero cada vez están más enfrentadas sus posturas. Cabify se esconde detrás de la creación de puestos de trabajo. De hecho, Unauto, la patronal que agrupa a la mayoría de licencias de VTC, asegura que están en juego 25.000 empleos, aunque lo cierto es que sus conductores no están del todo contentos.

Los sueldos de esta empresa oscilan en torno a los 1.000 euros mensuales. Los conductores han de cumplir unos objetivos. Cada semana, tienen que facturar 750 euros. Si llegan a esta cifra, unos 3000 euros al mes, podrán cobrar objetivos. Pero aquí también hay truco, la empresa de VTC descuenta un 10% de IVA y un 45% de comisión. Es decir, el conductor cobrará unos 1.200 euros. Las pagas están prorrateadas y las multan van a cargo del conductor.