Los principios de banca responsable, eje de la estrategia corporativa del Santander

El concepto de banca sostenible y responsable se ha convertido en la seña de identidad de Banco Santander y en el pilar sobre el que se asienta su estrategia de negocio. Aunque no se trata de un concepto nuevo, ahora más que nunca el sector financiero ha asumido el papel que debe jugar como motor del desarrollo económico, del progreso y del bienestar. El vertiginoso desarrollo de las nuevas tecnologías está transformando la sociedad y, con ello, la forma de hacer banca. Un proceso que abre grandes retos y oportunidades pero, sobre todo, pone el foco en un factor esencial: garantizar un futuro sostenible.

“¿Qué es lo que hace que una empresa tenga éxito de verdad? Para mí, la respuesta es muy sencilla. Ha de ser una empresa que reconozca su responsabilidad con los empleados, los clientes, los accionistas y con la sociedad, con todos los que de una manera u otra se puedan ver afectados por su actividad. Una empresa que entienda que su misión va más allá de obtener rentabilidad: que tenga claro que sus beneficios deben revertir a toda a la sociedad de hoy y también a las generaciones futuras”. Este mensaje de Ana Botín, presidenta de Banco Santander, muestra el compromiso del grupo por liderar la banca responsable.

El pasado mes de mayo, Banco Santander anunció su adhesión a la iniciativa Financiera de UN Environment (UNEP FI) de banca responsable promovida por Naciones Unidas, de la que forman parte otras veintisiete entidades para asegurar un futuro sostenible. Esta iniciativa fue refrendada en la reunión celebrada el 28 de noviembre en París, donde se elaboraron los Principios de Banca Responsable que definirán el papel y las responsabilidades del sector financiero para garantizar un futuro sostenible, con objetivos concretos   sociales, medioambientales y económicos, tanto nacionales como internacionales.

Los bancos representan dos tercios de la financiación a nivel mundial, por lo que resulta evidente el importante papel que el sistema bancario desempeña en el logro de estas metas. Al comprometerse con el nuevo marco, los bancos adaptarán sus negocios a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y al Acuerdo de París sobre cambio climático. Este compromiso supone asumir públicamente el impacto social, ambiental y económico del sector. De esta forma, los inversores, los políticos, los reguladores, los clientes y toda la sociedad podrán comparar bancos y hacerles asumir responsabilidades en función de sus objetivos con la sociedad.

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Los principios de banca responsable, eje de la estrategia corporativa de Banco Santander.

Los cuatro ejes de la banca responsable del Santander

La banca responsable del Santander gira en torno a cuatro ejes: ética y conducta, revolución digital, crecimiento inclusivo y crecimiento sostenible. El banco ha creado la comisión de banca responsable, sostenibilidad y cultura, que se reunió por primera vez el pasado mes de septiembre, y cuya finalidad está centrada en velar porque la estrategia de negocio se enmarque en estos objetivos.

Para alinear a toda la organización hacia la nueva cultura corporativa, Santander desarrolla desde hace tiempo diferentes iniciativas que involucran a los más de 200.000 empleados que forman parte del grupo. Entre ellas, una nueva forma de evaluación del desempeño ligada al compromiso con los valores corporativos que deben aplicar en su día a día (My Contribution); maneras diferentes de trabajar con espacios abiertos (sin despachos) que impulsan el trabajo colaborativo; políticas de protección al cliente; diálogo continuo con los grupos de interés para identificar sus necesidades y expectativas; conferencias y grupos de trabajo dirigidas a los profesionales para garantizar que todo lo que hagan sea  “Sencillo, Personal y Justo”; planes específicos para impulsar la diversidad de genero, de raza y funcional; y programas de voluntariado como forma de promover el compromiso y la solidaridad (unos 63.500 empleados participan en iniciativas sociales).

“El desafío al que nos enfrentamos es nada menos que el de reinventar la banca. Nuestros resultados, nuestros objetivos y, sobre todo, nuestra estrategia demuestran que Santander no solo está respondiendo a este reto, sino que lo está superando. Si queremos ser un banco verdaderamente responsable, nuestra misión -contribuir al progreso de las personas y las empresas- debe estar siempre en el centro de nuestra actividad. Lo que hacemos debe estar alineado a lo que decimos”, señala Ana Botín.

Uno de los reconocimientos a esta estrategia es la valoración que otorga al Santander el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), índice de referencia en el ámbito internacional que mide el comportamiento sostenible de las empresas en las dimensiones económica, medioambiental y social. La entidad ha conseguido este año el mejor resultado de su historia y se sitúa como el tercer mejor banco del mundo y el primero de Europa. En su revisión de 2018, de un total de 133 entidades financieras evaluadas, sólo 27 han conseguido formar parte del DJSI World. El banco lleva 18 años formando parte de este índice de forma consecutiva, lo que refleja la consistencia en la gestión de la sostenibilidad por parte de la entidad. En este sentido, por octavo año consecutivo, Santander alcanza el primer puesto de los bancos españoles.

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El banco ocupa también el primer puesto en el Bloomberg Gender-Equality Index y está en los índices FTSE4Good y DJSI.

El banco destina 183 millones de euros a inversiones sociales

Para Ana Botín, la banca puede “jugar un papel relevante para asegurar que el crecimiento es inclusivo y sostenible. Inclusivo combatiendo la exclusión financiera, ayudando a emprendedores a lanzar sus compañías y crear puestos de trabajo y, por supuesto, ayudando a las personas a acceder la educación que necesitan con nuestro programa Santander Universidades. Sostenible financiando energías renovables, o apoyando infraestructuras inteligentes en mercados en desarrollo, tecnología para la agricultura o tecnologías verdes. Sostenible contribuyendo activamente a un sistema económico y social más balanceado e inclusivo”.

Banco Santander desarrolla numerosos proyectos de apoyo a la sociedad, con especial compromiso en la educación superior. El año pasado destinó 183 millones de euros a inversiones sociales. De ese importe, 129 millones fueron a sus programas con las universidades (a través de Santander Universidades) y el resto a iniciativas locales que impulsan la educación, el emprendimiento y el bienestar social.

El banco ha desarrollado Santander X, el mayor ecosistema de emprendimiento universitario del mundo, y en el marco de Santander X, el programa Explorer Jóvenes con Ideas, que ofrece formación, apoyo y mentoring de manera gratuita a jóvenes de 18 a 31 años que quieran desarrollar sus ideas de negocio. Además, en 2017 concedió más de 39.000 becas y ayudas universitarias.

En cuanto a inclusión financiera, Banco Santander desarrolla importantes programas de microcréditos en países como Brasil, Chile, México y El Salvador, donde la entidad forma parte del capital de una microfinanciera local, con el objetivo de ayudar a familias de bajas rentas a acometer actividades empresariales sostenibles que a su vez contribuyan también a generar empleo y renta al resto de la comunidad.  En total, el banco apoyó a más de 250.000 emprendedores a través de estos programas, que contemplan distintas fórmulas de negocio según sean las circunstancias locales. En toda Latinoamérica, a cierre de 2017 Santander mantenía un saldo de microcréditos por valor de 150 millones de euros.

Destaca el modelo de Santander Microcréditos Brasil, a través del programa Prospera, fundado en 2002. En el caso de México, el programa conocido como Tuiio, se ha convertido en uno de los proyectos de mayor éxito y esperanza para la inclusión financiera de las clases desfavorecidas del país. El objetivo del banco es financiar a 280.000 emprendedores mexicanos en los próximos cuatro años, como explicó Ana Botín, durante la presentación oficial de Tuiio en México. Tuiio cuenta con 22 sucursales especializadas que pronto serán 40, según anunció Botín, y el 91% de los microcréditos son para mujeres. En Chile, el programa “Microfinanzas” iniciado en 1992 por Santander Banefe, es líder destacado en este mercado y modelo de referencia en desarrollo sostenible. Fruto de esta estrategia, el banco patrocina el premio nacional a la mujer microempresaria desde 2001.

Además, Banco Santander está adherido a estándares internacionales, entre ellos, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, los Principios del Ecuador, los Principios de inversión Responsable Grupo Wolfsberg, World Business Council for Sustainable Development o la iniciativa financiera del programa de Naciones Unidas para el medio ambiente (UNEP Finance Initiative). También trabaja junto con otros quince grandes bancos para implementar las recomendaciones del Task Force on Climated- related Financial Disclosures, una iniciativa piloto puesta en marcha en julio de 2017 con el fin de desarrollar herramientas analíticas e indicadores para evaluar y divulgar los riesgos y oportunidades relacionados con el cambio climático.

En este sentido, Santander renovó en 2016 su compromiso con el medioambiente y puso en marcha un nuevo plan trianual (2016-2018) con más de 200 iniciativas encaminadas a la reducción del consumo eléctrico de los edificios, de las emisiones de CO2, del consumo de papel (hacia una banca sin papeles) y de los gases de efecto invernadero, logrando una mayor sensibilización de los empleados.  “El banco ha conseguido cumplir los objetivos fijados en este plan de eficiencia un año antes. Desde 2009 realizamos una medición, cálculo y control de la huella ambiental del grupo en todo el mundo. Gracias a ello, conocemos cuál es el impacto real en el medioambiente, detectamos las necesidades y desarrollamos fórmulas para minimizar los riesgos y lograr ser una entidad respetuosa”, señalan desde la entidad.

Entre las medidas aplicadas destacan: la automatización y monitorización energética de sucursales, la utilización de detectores de presencia y regulación de la iluminación exterior, la sustitución de lámparas y luminarias por otras de tecnología más eficientes, el control de horarios de encendido y apagado, la regulación de las temperaturas de confort, domotización de oficinas y la renovación de equipos por sistemas más eficientes. Así como la sustitución de viajes por reuniones vía tele presencia y compra de energía verde en centros corporativos de España y Reino Unido.

El grupo tiene una larga trayectoria de liderazgo en la financiación de proyectos de energía renovable. En los últimos diez años, la compañía ha participado en 700 proyectos de energía renovable y ha invertido un total de 22.400 millones de euros. En relación con sus principales competidores, Santander ha estado en la primera posición en nueve ocasiones.