viernes, 13 diciembre 2024

Media España no tiene aire acondicionado para afrontar la ola de calor

Los hombres y mujeres del tiempo se han vuelto a convertir en los personajes más odiados de la televisión. Si durante el invierno son temidos con sus pronósticos de lluvia; ahora en verano son aterradores cuando pronuncian la expresión “ola de calor”. Y justo estamos metidos de lleno en una. Lo peor es que muchas personas no tienen escapatoria.

En concreto, el ‘I Barómetro de la Energía’ elaborado por Junkers, marca perteneciente al Grupo Bosch, demuestra que en España más de la mitad de sus habitantes (el 52%) no cuentan con aire acondicionado en sus hogares. Llama especialmente la atención teniendo en cuenta que nuestro país es, históricamente, uno de los más calurosos en la época estival (aunque este año aún no hayamos recibido las altas temperaturas habituales en el mes de julio).

El estudio también arroja que, entre el 48% de los españoles que sí afirma tener aire acondicionado en su casa, la eficiencia se ha convertido en el aspecto más demandado a la hora de decantarse por una de estas soluciones para el 78% de los encuestados. Un aspecto que se impone a otros como la relación calidad/precio (58.5%) y que sean silenciosos (55.1%).

Pero al margen de cifras y datos, lo importante para esa mitad de españoles que sí pueden disfrutar del aire acondicionado es qué hacer para que septiembre no se convierta en una cruz con la factura. Lo ideal sería no dar al botón que pone “on”, pero como no se puede, veamos qué trucos se pueden usar para que el castigo sea menor.

TRUCOS PARA AHORRAR CON EL AIRE ACONDICIONADO

Hace un año el anterior Gobierno prometió que los precios de la electricidad estarían más baratos. Un año después, el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha logrado voltear la situación, y los precios de la luz siguen disparados. Eso incidirá de manera directa en la factura. Por eso hay que tener ojo con el uso del aire acondicionado.

En primer lugar, para ese 48% que todavía no tiene aire acondicionado, hay que decirles que la ubicación dentro del hogar es fundamental. Elegir un buen sitio estratégico para que no haya pérdida de refrigeración es fundamental. Lo mismo sucede, en esta fase previa, con la elección del electrodoméstico en cuestión. Ahora se da mucha importancia a las “A” que tenga el aire, lo cual aportará mayor eficiencia en el gasto.

Pero si ya tienes aparato, el primer paso es poner el aire acondicionado a la temperatura adecuada. Organismos oficiales y asociaciones de consumo coinciden en que entre los 24º y los 26º se genera un entorno lo suficientemente fresco y, lo más importante, el gasto de luz es óptimo. En realidad, poner el termostato más bajo solo produce una sensación de frescura inmediata, pero si vamos a tener mucho tiempo conectado el aire, el susto en la factura puede ser antológico.

De igual modo, en las primeras horas del día se puede tener ventilado el hogar y luego, muy importante, se debe generar un espacio de oscuridad para que el sol no incida directamente en las ventanas generando mayor calor.

Asimismo, se deben cerrar las puertas de forma estratégica para que el frío se disperse por las zonas donde queramos, y no en algunos habitáculos que no necesiten tener menos temperatura.


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