En plena oleada de resultados empresariales en los parqués nacionales, centramos nuestra mirada en el sector bancario.
El Ibex-35 nutre su composición principalmente por bancos, cuyo peso engloba cerca del 40% del selectivo doméstico. Precisamente una de las razones por las que el Ibex-35 se encuentra muy atrás frente a sus análogos a nivel mundial, además del cálculo exdividendos, es el mal comportamiento del sector desde que se inició la crisis subprime en los EEUU.
La evolución de las políticas monetarias en las principales economías mundiales, obligaron a los bancos a “ponerse el cinturón”, debido a que su margen comercial se vio extremadamente reducido. La estrategia de los bancos centrales de regalar dinero para reactivar la economía provocó que aquellos que centraban su negocio en prestarlo perdieran beneficio.
El periodo de transición de los bancos españoles se centró en diversas estrategias. La primera fue la reducción del tamaño de los mismos, básicamente mediante la unificación de cajas y pequeños bancos. La diversificación geográfica, buscaba precisamente reducir la exposición a los mencionados vaivenes en estrategias de política monetaria. La última de las fases que estamos presenciando es la apuesta definitiva por el “fintech”, que busca la optimización de los procesos mediante la gestión autónoma online por parte del usuario, lo cual genera importante ahorros en términos de gestión.
En este escenario, y si nos centramos en los resultados del T1-2018 que acabamos de conocer, encontramos como Bankinter mejora sus márgenes en un 5%, mejorando previsiones con un ROE del 13,3%.
Otro de los grandes que mejoran su previsión es BBVA, pese a atascarse en su margen de intereses en este primer trimestre, en línea con lo esperado, proyecta mejoras para el segundo semestre. El banco presidido por Francisco Gonzáles mejora sus resultados en los EEUU hasta en un 50%.
Uno de los bancos que acaba de pasar recientemente por problemas es Caixabank. Su exposición al procés y el tamaño han pasado factura en 2017. Sin embargo, este primer trimestre mejora su beneficio neto atribuido en un 75%, manteniendo buenas perspectivas para el resto de variables importantes de sus cuentas.
Por último, Banco Santander publica unos resultados que, desde nuestro punto de vista, son positivos. A nadie se le escapa que el recibimiento por parte de los inversores no ha sido el esperado, dejándonos precio apetecibles para el medio plazo. Sus cuentas reflejan el impacto negativo de caladeros como Reino Unido o Polonia. Sin embargo, el buen comportamiento de Brasil, con crecimientos de dobles dígitos, y la perspectiva positiva para las economías que le han restado en esta última foto, hacen proyectar buenas previsiones para el segundo semestre.
En resumen, parece que el sector bancario ha sabido reinventarse para, desde niveles de suelo, poder volver a ser una opción interesante para el inversor.
Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB