Hace ya 15 años que Metrosur cumplió su última promesa. Abría los andenes de sus 28 estaciones repartidas en cinco municipios (Leganés, Getafe, Fuenlabrada, Móstoles y Alcorcón) tal como se comprometió la Comunidad de Madrid. Pero años después acabaría incumpliendo su palabra. Cinco nuevas estaciones fueron construidas al calor de los desarrollos urbanísticos y el boom inmobiliario, pero nunca llegaron a ver la luz. Una situación que deja incomunicados a los vecinos de algunos barrios que, además, se sienten timados al pagar más por sus viviendas.
El proyecto de Metrosur contemplaba la incorporación de cinco nuevas estaciones, las de Poza del Agua (Leganés), Los Rosales y Móstoles Sur (Móstoles), El Vivero y La Pollina (Fuenlabrada). Ninguna de ellas ha visto la luz a día de hoy. Existen, pero no son visibles. En algunos casos se ven las puertas de emergencia de Metro sobre la superficie como único vestigio.
“Aunque no aparecen en el mapa actual, habrían sido excavadas y estarían en servicio únicamente a falta de revestir y equipar el vestíbulo y conectar el andén con el túnel principal”, explica Ricardo López, portavoz de Unión por Leganés (ULEG).
La apertura de estas estaciones fantasma está supeditada al desarrollo urbanístico de estas zonas cuya construcción, curiosamente, coincidió con el boom inmobiliario y con la posterior crisis económica. Tanto en los barrios de Poza del Agua y El Vivero, las casas se vendieron con la promesa del Metrosur y se tasaron contando con la puesta en servicio de la red. Es decir, los vecinos pagaron más por las viviendas libres –no las de protección oficial–.
La promesa del Metrosur fue una forma de enganchar a los ciudadanos para atraerlos a estos barrios residenciales. Zonas que, por norma general, carecen de muchos servicios básicos como centros médicos, polideportivos, entidades bancarias o incluso supermercados. Por lo que la cercanía al transporte es vital.
COLAPSO DEL HOSPITAL EN FUENLABRADA
En el municipio de Fuenlabrada, la Asociación de Vecinos de El Vivero lleva años reclamando la apertura de su estación. De hecho, han recogido firmas y han elevado su propuesta a Change.org, donde llevan 1.400 firmas recogidas a iniciativa de un vecino, José Antonio Álvarez Ortega.
“La boca de metro ciega lleva construida desde 2007, cuando empezamos a vivir en el barrio con el compromiso de que cuando estuviera completo el desarrollo urbanístico se abriría. Y ya somos 9.000 habitantes”, denuncia Patricia Ruiz, presidenta de la Asociación de Vecinos de El Vivero. De hecho, se siguen construyendo edificios y vendiendo casas, por lo que el crecimiento es continuo.
Esta promesa incumplida provoca que la mayoría de los habitantes de la zona tengan que desplazarse a la parada más cercana, Hospital de Fuenlabrada, que se encuentra a una distancia de 15 o 20 minutos. “Al ir en coche hasta esta estación, se colapsa el parking del hospital y nos da miedo incluso que acaben cobrándonos por ello”, explica Ruiz.
Al colapso del centro hospitalario, se suma la cercanía del campo de fútbol Fernando Torres y del Servicio de Empleo de Fuenlabrada. Tres razones que para los vecinos de la zona son suficientes para abrir su boca de metro.
En noviembre del año pasado, una moción de PSOE, Ganar Fuenlabrada e IUCM-Los Verdes fue aprobada con la abstención del PP. En esta exigían a la Comunidad de Madrid la apertura de la boca de metro ciega ubicada en el barrio de El Vivero. Pero la Comunidad no parece estar por la labor.
Junto a El Vivero, en este municipio también existe la estación fantasma de La Pollina. Sin embargo, tiene lógica que esta no esté abierta aún porque no se ha producido el desarrollo urbanístico de la zona, tal y como explican desde el Ayuntamiento de Fuenlabrada.
MADRUGONES EXCESIVOS SIN METRO
A los vecinos del barrio residencial de Poza del Agua en Leganés les ocurre lo mismo. Compraron su vivienda con la promesa de la apertura de una nueva estación de la que solo ven la salida de emergencias en la superficie y un descampado donde estaría ubicada la boca de metro. Su parada más cercana es la de San Nicasio y muchos tienen que levantarse muy temprano para llegar a sus puestos de trabajo en la capital.
Es el caso de Rebeca Morales, que compró su vivienda hace tres años con la promesa de tener un metro cerca de casa. Sin embargo, recorre desde las 06:00 horas todas las mañanas un kilómetro para llegar a la estación más cercana y llegar a tiempo a trabajar a Madrid a las 08:00 horas. “Con la parada de metro nos ahorraríamos este trayecto o tener que coger el coche para ir a otros sitios”, apunta.
Ante esta situación, ULEG presentó una propuesta en el pleno del Ayuntamiento de Leganés–que fue aprobada– para reclamar a la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid la apertura de la estación de la Línea 12 situada en el barrio de Poza del Agua. Desde la formación recuerdan que en el proyecto inicial se establecieron 1.036 viviendas para acoger a unas 3.000 personas en la zona.
Y a principios de año, la consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Rosalía Gonzalo, confirmó que estaban realizando un estudio económico y técnico para la posible apertura de la estación ciega de este barrio. Sin embargo, no se sabe nada de momento del mismo.
De hecho, hasta llegó a haber rumores para unir la estación de La Fortuna, que a pesar de pertenecer al municipio de Leganés está incluida en el tramo de la línea 11. “La CAM llegó a decir que iban a estudiar la ampliación de la línea 11 para unir la parada de La Fortuna con Metrosur, pero finalmente el plan es ampliar hacia el norte de la capital”, señala Rubén Sardón, uno de los usuarios que más ha denunciado las deficiencias de esta línea y los problemas de deterioro a través de su plataforma en Twitter.
¿CUÁNDO SE ABRIRÁN?
Lo que muchos vecinos de estos desarrollos se preguntan es cuándo se abrirán definitivamente. Pero las previsiones no son muy halagüeñas. Desde la Asociación de Vecinos de El Vivero reconocen haber mantenido reuniones hasta con el PP de Fuenlabrada, donde al parecer, han sido muy claros al asegurar que “no se abrirá, al menos en esta legislatura”, explican de la Asociación de El Vivero, porque “han realizado un estudio que concluía que no tendría muchos usuarios la estación”.
La oposición política en Leganés tampoco lo ve tan claro. “En esta legislatura imposible. En un futuro no se descarta, dependerá de la estrategia política de los grupos políticos de Madrid”, explican desde ULEG.
Desde Madrid, grupos como Podemos anteponen la lentitud a la apertura de unas estaciones que acabarían con los mismos problemas que el resto de la línea. En varios tramos, los trenes discurren a menos de 30 kilómetros por hora para evitar que se abomben las vías y pudiera producirse un descarrilamiento. Los problemas de Metrosur se acumulan y, para colmo, este verano la mitad de la línea se cerrará por obras.
Y desde la Comunidad justifican a MERCA2 que “existen algunos tramos de reserva de trazado para la implantación de nuevas estaciones, pero siempre y cuando los estudios de demanda lo justifiquen”. Una explicación que es totalmente insuficiente para los vecinos de los municipios incomunicados, pues en algunos casos el nivel de la población ha subido tanto que es necesaria una vía de comunicación por transporte más cercana.
Una hipoteca y la promesa incumplida de la Comunidad de Madrid condenan a estos barrios a la eterna incomunicación.