Trump bajo presión para ordenar un ataque más fuerte en Siria

Por segunda vez en menos de un año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está analizando una respuesta militar al presunto ataque con armas químicas en Siria. Esta vez, el mandatario está bajo presión para ordenar un ataque más fuerte y asumir mayores riesgos.

“Es poco probable que otra serie de ataques aislados detenga a Assad”, declaró Jennifer Cafarella, analista siria en el Instituto de Estudios de Guerra. Trump necesita “establecer un factor disuasorio más efectivo, a través de infligir mayores daños a Assad y quizás también a quienes lo respaldan”.

El ataque ordenado por Trump el año pasado se limitó a un solo objetivo sirio, la base aérea de Shayrat, y causó escasos daños permanentes. Los estrategas militares evitaron dañar las pistas, que habrían inutilizado la base. Casi con seguridad, un nuevo ataque de represalia infligirá un daño mayor y probablemente cubrirá más objetivos importantes para el régimen del presidente Bashar al-Assad.

La perspectiva de una participación directa de Francia, y posiblemente otros aliados como Reino Unido, darían una mayor legitimidad para una operación a gran escala, que de otra manera podría correr el riesgo de ser criticada por violar las leyes internacionales, afirmó Andrew Bell, profesor en la Universidad de Indiana, que se especializa en seguridad internacional y conflictos armados. Una coalición más amplia reforzaría el argumento de una medida humanitaria, explicó.

El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró el martes estar convencido de que Siria usó armas químicas, en una violación a las resoluciones de las Naciones Unidas, y que Francia y sus aliados, particularmente Estados Unidos y Reino Unido, tomarían una decisión sobre cómo responder “en los próximos días”.

Alexandra de Hoop Scheffer, directora de la oficina en París del Fondo Marshall Alemán de Estados Unidos, declaró que “los franceses han dejado muy claro que tienen la habilidad para atacar Siria por sí solos, si así lo quisieran”.

En una reunión con líderes militares, Trump declaró a periodistas el lunes que el ataque con armas químicas contra civiles en Duma, cerca de Damasco, sería respondido “con fuerza”. En Twitter, durante el fin de semana, advirtió del “alto precio” que tendrían que pagar por el ataque.

La senadora Lindsey Graham, republicana de Carolina del Sur, declaró en el programa “This Week” de la cadena ABC que el tuit de Trump era un “momento decisivo” de su presidencia, “porque ha advertido en el pasado a Assad que no utilice armas químicas”.

Equilibrio delicado

El problema es que una respuesta más enérgica podría destruir el delicado equilibrio entre los grupos que operan en el país. La situación en el territorio sirio asemeja un rompecabezas de intereses rivales y superficialmente alineados, que incluye a Rusia, Irán, Turquía y Estados Unidos, este último con unos 2.000 efectivos en terreno para asesorar a las Fuerzas Democráticas Sirias en su lucha contra los militantes de Estado Islámico

Daniel Flatley, Tony Capaccio y Gregory ViscusiDaniel Flatley, para Bloomberg