Los frentes abiertos en el entramado energético español son muchos. La reducción de emisiones, autoconsumo, el cierre de centrales de carbón y nucleares, los problemas de almacenamiento… Por eso, la Fundación Renovables (FER) ha querido poner en negro sobre blanco todos estos aspectos. Además, deja un recado para el Ministerio de Energía: sus palabras sobre los cumplimientos medioambientales a 2020 no son reales.
Así, durante la presentación del informe ‘Hacia una Transición Energética Sostenible. Propuestas para afrontar los retos globales’, ha habido tiempo -además- de mandar un recado al Gobierno.
Hace unos días, el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, aseguraba en un evento público que “España tiene credibilidad para cumplir los objetivos de 2020” -que fijan un incremento del 20% de la eficiencia energética, una cuota de penetración del 20% de las energías renovables y una reducción del 20% de las emisiones de GEI, todo ello frente a los datos de 1990- “gracias al esfuerzo realizado en los últimos 20 años”.
Nada más lejos de la realidad, el presidente de la fundación, Fernando Ferrando, ha asegurado que no se van a cumplir dichos objetivos para esa fecha. “Ni en eficiencia, ni en emisiones, ni el renovables”. Añade que el pasado ejercicio hubo más emisiones que en algún año de los ’90, lo cual indica que no se va tan bien como se piensa.
Qué propone el informe
Entre lo más destacado sobre las propuestas que ha hecho Fundación Renovables destaca la petición de cierre progresivo de las centrales de carbón, cuyo inicio debe ser en 2018 y que culmine en 2025, así como la eliminación de todas las subvenciones a la minería y al uso del carbón. Además, propone que no se den pagos por capacidad a las centrales de carbón que emitan más de 550 gramos de CO2 por kilovatio hora (Kwh) y un plan de «transición justa» para las zonas afectadas por la desaparición del carbón.
Por su parte, José Luis García Ortega, patrono de la fundación y ponente durante la presentación, ha afirmado de manera tajante que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, está empeñado en que las plantas de carbón no se cierren y ha pedido a los grupos parlamentarios que no apoyen la proposición de ley que se va a presentar en el Congreso para ampliar los criterios a tener en cuenta para el cierre de centrales.
En cuanto a las nucleares, la FER propone un cierre programado a medida que vayan expirando las licencias actualmente en vigor, con lo que la última cerraría en 2024.
En lo que se refiere a la movilidad, plantea como objetivo minimizar las necesidades de transporte por servicios de cercanía, con prácticas de mínimo consumo y emisiones, abandonando progresivamente los vehículos de combustión interna.
Así, se fija para 2025 la prohibición de la circulación de vehículos diésel en la ciudad y en 2030 que el 60% de los nuevos vehículos sean eléctricos, lo que supondrá alcanzar una cuota del 30% de los vehículos en circulación (5 millones de vehículos eléctricos) con una reducción del parque automovilístico de un 15%.