¿Están preparadas las infraestructuras de las ciudades para las consecuencias del cambio climático?

Las informaciones que llegan sobre el cambio climático son cambiantes e inciertas. Como incierta es la capacidad de las estructuras de las ciudades para hacer frente a sus consecuencias

Mucho se lleva hablando del cambio climático y sus efectos, de las responsabilidades de los habitantes, políticos y países de introducir cambios y medidas que ayuden a paliar y solucionar el futuro que, si la tendencia no revierte, espera al mundo. Sin embargo, ¿realmente se está haciendo algo? ¿Realmente se está haciendo todo lo posible y necesario?

Los últimos estudios realizados demuestran que no, lo que abre la puerta a un escenario nada halagüeño, quizás no tanto como el de películas de ciencia ficción, pero sí en el que las sequías serán 10 veces más frecuentes y duraderas, las lluvias, riadas e inundaciones incrementarán un 80% y las catástrofes naturales algo frecuente.

Ante esta situación, hay que tomar una doble decisión: ¿se antepondrán los intereses medioambientales a los económicos y políticos? ¿Están las ciudades e infraestructuras preparadas para este tipo de situaciones?

Desde Lemara, líderes en impermeabilizaciones, y expertos en refuerzo de estructuras e inyecciones, dan su opinión. “Ahora mismo, no hay ninguna seguridad de que ante cambios drásticos en el clima y en su tendencia, las estructuras estén preparadas para hacer frente a los agentes meteorológicos. Puentes, alcantarillado, edificios, campos etc. todo dependerá del punto límite de los materiales y estructuras.”

“En este sentido, las administraciones deberán planificar estrategias de reestructuración y rehabilitación para adaptar las estructuras a la nueva situación. Será clave la planificación y anticipación” afirman los expertos.

Una cosa está clara: de un modo u otro, los expertos en diferentes materias coinciden en que hace falta un cambio. Un cambio de estrategia en el que se pase del inmovilismo a la acción y a la prevención. No hay una única solución, hay diversas alternativas, pero hay que tomar alguna de ellas.

“Por poner ejemplos del día a día”, continúa, “los sistemas de alcantarillado, o los canales están adaptados para un determinado caudal. Si la cantidad de agua aumenta mucho, éstos dejarán de funcionar correctamente, provocando desbordamientos e inundaciones. Lo mismo sucede con los edificios y casas, en el caso de no tener una buena impermeabilización”.

De las decisiones que se tomen en la actualidad dependerán las situaciones que se vivan en el futuro. La validez y viabilidad de las medidas no se podrán valorar hasta que se compruebe su eficacia real, pero siempre será mejor disponer de este tipo de medidas y no necesitarlas que de lo contrario.

Este tipo de escenarios podrían cambiar por completo la geografía tal y como se conocen, por lo que es necesario estar, sobre todo, concienciados.

Fuente Comunicae

estan preparadas las infraestructuras de las ciudades para las consecuencias del cambio climatico Merca2.es