Podría parecer que lo lógico era justo lo contrario, sobre todo a raíz de los movimientos de péndulo que ha ido haciendo el PSOE de Pedro Sánchez y, principalmente, por las quejas de este último que ha dicho sentirse ninguneado por Mariano Rajoy. Tampoco debería ayudar el hecho de que la semana que viene se vaya a debatir la reprobación de Soraya Sáenz de Santamaría, pero lo cierto es que a día de hoy el PP se siente más cómodo con el PSOE que con Ciudadanos.
Increíble, pero cierto. Al menos eso señalaba ayer un miembro de la dirección del PP a este periodista: “El PSOE está siendo leal, no puedo decir lo mismo de Ciudadanos. Los socialistas cumplen lo que pactan, y no van por ahí filtrando los contenidos de las conversaciones, pero con Ciudadanos ocurre todo lo contrario”, afirmaba. Curioso, cuando al menos de puertas para afuera la impresión es justo la contraria, la de que Ciudadano respalda ciegamente al Gobierno.
Motivos reales
¿A que se debe realmente esa queja? Lo que de verdad molesta en el PP es que “vayan diciendo constantemente que hay que aplicar el 155 para convocar elecciones, pero no digan como se hace eso… Es muy fácil decir que hay que tomar una decisión cuando tu no tienes que tomarla, y eso es muy desleal”, señalan estas fuentes. En el fondo, lo que subyace es un problema de ‘competencia’ electoral, como se visualizó en el sondeo publicado por ABC.
Al PP le está pasando factura –ya lo veníamos diciendo en días pasados- la crisis provocada por el desafío soberanista, y el que recoge los frutos de esa crisis no es el PSOE, sino Ciudadanos. “Compartimos electorado, y eso hace que ellos mantengan una posición de aparente lealtad pero que luego nos critiquen por inmovilismo y propongan soluciones imposibles”, dice esta fuente. El PSOE, sin embargo, ha cerrado filas con el Gobierno.
¿Qué va a pasar hoy? Esta mismas fuentes señalan que el Gobierno lo tiene todo previsto, “todos los escenarios y la forma de responder a cada uno de ellos”. En el PP creen que Puigdemont anunciará una independencia en diferido, lo cual dificultará la toma de cualquier decisión. “Sabemos que hagamos lo que hagamos, corremos el riesgo de equivocarnos”, añade esta fuente. Horas difíciles para un Mariano Rajoy que “sin embargo, está muy tranquilo”.