Shin Shoji y Kanga Kong para Bloomberg
Corea del Norte disparó la mañana de este viernes un segundo misil balístico contra Japón. La provocación se da poco después de que las Naciones Unidades aprobaran endurecer las sanciones contra el régimen de Kim Jong Un.
Japón no intentó derribar el cohete, que fue lanzado sobre la isla norteña del Hokkaido antes de aterrizar -en el océano Pacífico- a 2.000 kilómetros de distancia, informó la televisora japonesa NHK. Una evaluación inicial indicó que se trataba de un misil balístico de rango intermedio, según un comunicado del Comando del Pacífico de los Estados Unidos.
“Las continuas provocaciones de Corea del Norte contra nuestro país son completamente intolerables”, dijo a los reporteros Yoshihide Suga, vocera del gobierno japonés. Poco después, el índice de referencia Topix cambió durante las primeras operaciones de este viernes en la Bolsa de Tokio.
“Las provocaciones de Corea del Norte son completamente intolerables”
Corea del Norte hizo su sexta y más poderosa prueba nuclear el 3 de septiembre. En lo que va de año, ha lanzando más de una docena de misiles en la búsqueda de Kim por alcanzar territorio continental estadounidense con un arma atómica.
Donald Trump ha dicho que tiene varias opciones para hacer frente a la amenaza del país asiático y la militar es una de ellas. Sarah Sanders, secretaria de prensa de la Casa Blanca, indicó en un comunicado que Trump fue informado sobre el lanzamiento del misil.
El Consejo de Seguridad de la ONU planea reunirse este viernes en Nueva York, según un reporte de Yonhap News. Cuando se registró el hecho, el primer ministro Shinzo Abe viajaba hacia Japón, tras hacer una visita a la India. Después de aterrizar, no hizo comentarios a los periodistas.
Suga comentó que la situación es similar a la del 29 de agosto, cuando Corea del Norte lanzó otro misil sobre Japón. El régimen de Kim ha dicho que sus pruebas son un “preludio significativo” para contener el territorio estadounidense de Guam y ha amenazado con lanzar más misiles sobre su vecino.
El misil, que fue disparado desde Pyongyang, voló 3.700 kilómetros y alcanzó una altura de 770 kilómetros, precisaron los jefes del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur. El cohete del 29 de agosto viajó 2.700 kilómetros y alcanzó una altura de 550 kilómetros.
En julio, Corea del Norte disparó dos misiles balísticos intercontinentales en trayectorias pronunciadas hacia el océano entre la península coreana y Japón. El régimen dijo que esos lanzamientos ubicaron a Estados Unidos dentro de su rango. El Ejército de Corea del Sur dijo que simultáneamente realizó un simulacro en el que disparó un misil al Mar del Este.
Hundir a Japón
El jueves, Corea del Norte amenazó con hundir a Japón con un ataque nuclear y convertir a Estados Unidos en “cenizas y oscuridad”, por estar de acuerdo con las recientes sanciones de las ONU. La retórica hizo que el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, exigiera a China un recorte a las exportaciones del petróleo que hace a ese país.
Corea del Norte amenazó con convertir a Estados Unidos en “cenizas y oscuridad”
“Esperamos que China no rechace o descarte una petición que sólo ellos pueden cumplir”, indicó Tillerson en una reunión en Londres junto al secretario británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson. En apoyo a su par estadounidense, el funcionario inglés dijo que China, como principal socio comercial de Corea del Norte, puede ayudar mucho, “particularmente en lo que respecta al petróleo”.
El lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó nuevas sanciones, después de que Estados Unidos hiciera demandas claves, como la aplicación de un embargo petróleo, para ganar el apoyo de Rusia y China, naciones que tienen el poder de vetar cualquier propuesta. La resolución busca limitar las importaciones de crudo, prohibir las exportaciones de textiles e incrementar las inspecciones de los barcos sospechosos de transportar cargas que violen las normas.
El primer ataque nuclear de Corea del Norte desde que Trump se convirtió en presidente de los Estados Unidos, fue un “éxito perfecto”. También confirmó la precisión y tecnología de la bomba, según la Agencia Norcoreana de Noticias. Kim asegura que su régimen podría transportar una bomba de hidrógeno dentro de un misil balístico intercontinental.
Mientras que la amenaza de Corea del Norte crece, el Ejército norteamericano dice que aún no es inminente. El régimen de Kim todavía no ha demostrado que puede guiar con precisión un misil de largo alcance que sobreviva al viaje, comentó el mes pasado a Bloomberg el general Paul Selva, vicepresidente del Estado Mayor Conjunto estadounidense.
“Una prueba completa del misil balístico intercontinental podría haber sacudido a la comunidad internacional en su conjunto, por eso decidieron responder de esta manera con las sanciones de la ONU”, explicó Harry J. Kazianis, director de estudios de defensa en el Centro para el Interés Nacional, en Washington.