¿Por qué el heredero de Samsung necesita cumplir su sentencia?

Este viernes se hizo historia en una corte de Seúl. Jay Y. Lee, líder de facto del mayor fabricante de móviles inteligentes del mundo, Samsung, fue condenado por soborno y malversación de fondos a cinco años de prisión.

En teoría, el veredicto debe enviar una señal rotunda a políticos del país y líderes empresariales para cortar con las travesuras corruptas que han plagado a la economía, pero ese mensaje sólo llegará si Lee cumple toda su sentencia en prisión.

Muchos conservadores -opositores al nuevo gobierno- dirán que Lee es un chivo expiatorio. Después de todo, el ejecutivo de Samsung quedó atrapado en un escándalo que ocasionó el juicio político y destitución de la ex presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, acusada de corrupción. Los gerentes de los grandes grupos empresariales de Corea del Sur, un club al que llaman chaebol, no pueden mancharse cuando está en juego el cargo presidencial.

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Sin embargo, se han dado tantas excusas a un mal comportamiento empresarial en el pasado con un resultado deplorable. Titanes corporativos coreanos han sido encontrados culpables antes de diversos crímenes, incluyendo al padre de Lee, y fueron absortos de sus crímenes. Invariablemente, sus sentencias fueron suspendidas o recibieron indultos presidenciales, y han regresado a sus oficinas como si nada hubiera sucedido. La señal es clara: los empresarios pueden meterse en problemas por sobornar a políticos y hasta robar fondos, pero no tanto. Tanta indulgencia ha fomentado un escándalo tras otro.

Si se mantiene a Jay Y. Lee en prisión se enviará un mensaje claro: la malversación corporativa no será tolerada

Tras la condena de Lee, Corea del Sur tiene la oportunidad de romper con este ciclo. Ciertamente apelarán a la sentencia, una de las más duras formuladas con un alto ejecutivo. Sin embargo, sólo si se encierra a Lee y se le mantiene durante el tiempo que le corresponde, se enviará un mensaje convincente: la malversación corporativa no será tolerada.

Cruzada contra el chaebol

¿Por qué es tan importante en este momento? El recién instalado presidente, Moon Jae-in, hizo una cruzada contra el chaebol durante su campaña. El problema es que su partido político no controla la legislatura nacional, donde cualquier propuesta enfrentará una fuerte oposición. La decisión de Moon de dirigir la Comisión de Comercio Justo del país ha comenzado a generar expectativas, afirmando que la nueva administración no tiene intenciones de romper el sistema de chaebol, pero sí de hacer reformas.

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Se necesita hacer mucho más para limpiar las estructuras accionarias, fortalecer el gobierno corporativo y romper el dominio que el conglomerado surcoreano mantiene sobre ciertos sectores. Pero mientras Moon tenga el capital político para exigir mayores reformas, su mejor arma es la amenaza de hacer cumplir las leyes. Sólo si los directivos de la rica y poderosa empresa creen que pagarán un precio por la corrupción corporativa, empezarán a limpiar sus actos.

También es necesario que los surcoreanos vean a alguien como Lee cumpliendo su condena. Por mucho tiempo se les ha dicho que los directivos y fundadores del conglomerado son fundamentales para que la economía de la nación continúe prosperando. Incluso Park, quien asumió el cargo con la promesa de renovar el sistema, terminó sucumbiendo y perdonó a uno de los magnates.

A mediados de febrero, las acciones de la firma crecieron 24% como prueba de que no se necesita un patriarca familiar

Sin embargo, en el último lanzamiento de Samsung se demostró que la compañía estará bien sin Lee. Desde su arresto, a mediados de febrero, las acciones de la firma crecieron 24% y durante el último trimestre la empresa alcanzó un récord de ganancias. Esto prueba que en la Corea del Sur moderna, los talentosos y experimentados ejecutivos de las grandes corporaciones ya no necesitan a los patriarcas familiares.

Para que todo calce, tan sólo encarcelar a Lee pudiera no ser suficiente. Cuando sea liberado, los accionistas y directivos no deberían permitir que vuelva a la compañía. Esto le daría más fuerza al mensaje que el comportamiento criminal ya no será tolerado en la comunidad de negocios surcoreana.  

Moon, por su lado, puede romper con sus predecesores y evitar cualquier presión con respecto a un posible perdón para Lee. El heredero de Samsung puede ser víctima de un sacrificio necesario.