Sobrecostes de 600 millones en el AVE a Francia por las ofertas temerarias

Demoledor. Así es el informe ha aprobado el Tribunal de Cuentas sobre las obras del AVE a Francia. Un tramo que une Barcelona con Figueres, que cuenta con 131 kilómetros. Sin embargo, las constantes ofertas a la baja presentadas por las empresas constructoras «hicieron que los presupuestos fueran muy ajustados», señala el documento. Sin embargo, «la aprobación de los modificados posteriores redujo ese intervalo» e incrementó el precio de partida.

Y vaya si lo hizo. Las cuentas del Tribunal dicen que el sobrecoge llegó a los 575 millones de euros; es decir, una desviación del 18%. Sobre todo por esos modificados, algo habitual en obras públicas, que suponen cambios sobre la marcha del proyecto por imponderables que pueden aparecer durante los trabajos. Sin embargo, el documento señala que el 49% de los contratos tuvieron que sufrir modificaciones respecto al programa inicial; «y prácticamente la mayor parte de los modificados no se debieron «a causas imprevistas sobrevenidas o a necesidades nuevas, como exige la legislación de la contratación pública, sino a errores u omisiones en el proyecto constructivo inicial que debieron apreciarse y ponderarse en las actuaciones preparatorias».

Al final, y una vez hechas todas las cuentas, el precio por kilómetro de este tramo fue de 28,7 millones de euros por kilómetro. Un coste total, por tanto, de 3.760 millones de euros para hacer los 131 kilómetros que componen la línea férrea. Una construcción que supone una completa aberración operativa a tenor de lo que desvela el Tribunal. A su juicio, la mayor parte de los contratos se aprobaron por la vía de urgencia «sin que hubiera causa que lo justificara»; pero no sólo eso, es que también denuncia los plazos de ejecución que -en casi la mitad de los casos- fue superior al 150% estimado en un principio.

¿Por qué semejantes retrasos en las obras? Son múltiples las causas que esgrime el Tribunal. Entre ellas, «errores de coordinación, errores en el proyecto inicial, que dejan entrenver una planificación deficiente»; pero también recuerda que la mayor parte de los terrenos necesarios para las obras no estaban en poder del Estado, lo que generó numerosos retrasos a la hora de comenzar los trabajos.