Manuela Carmena ha llegado a la alcaldía de la capital con una intención clara: la de revolucionar el tráfico rodado dentro del área metropolitana. Quiere seguir así la estela de otras capitales y metrópolis europeas que ya han advertido desde hace tiempo que esta realidad no es compatible con la calidad del aire que respiran los ciudadanos y el Servicio de Estacionamiento Regulado, o SER, se ha convertido en un arma poderosa para lograr este objetivo.
De esta tendencia viene su última idea, ampliar el área del SER, según dejaba caer este martes. Estarían, por lo tanto, estudiando sobre la viabilidad de esta propuesta junto al resto de su equipo.
Más tarde ha sido la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés quien vendría a confirmar esta realidad, ya a explicar más detalladamente esta nueva situación: el equipo de gobierno estudia ampliar el número de plazas exclusivas para los residentes en la zona centro y va a llevar a cabo una experiencia piloto, en la que los parquímetros llegarán más allá de los límites que hasta ahora marcaba la M-30. Otra de las medidas ampliaría el horario de pago de la zona azul a fines de semana y al horario nocturno.
En cualquier caso, de llevarse a cabo, Madrid obtendría una nueva fuente de financiación, ya que los ingresos por este tipo de conceptos suelen dejar grandes beneficios a las arcas públicas.
Para 2016, si se tienen en cuenta todos los lotes y zonas, los ingresos públicos por estacionamiento superarían los 85 millones y medio de euros. Mientras que, en lo que llevamos de año, ya se habrían recaudado más de 3 millones y medio de euros en este sentido en Madrid, según se desprende de los presupuestos municipales publicados en el portal de transparencia del propio ayuntamiento.
La plantilla del SER en Madrid, harta de sufrir agresiones por su trabajo
Las tasas municipales, por su parte, para 2017, son de conocimiento público y se recogen en el propio portal del ayuntamiento de la ciudad. Destaca que en las zonas de bajas emisiones -donde se busca que el impacto ambiental de los coches se reduzca- se establecen precios que van de los 0,25 euros por menos de veinte minutos hasta los 8,40 euros por cuatro horas. A este precio, el vehículo le puede restar algunas reducciones -dependiendo del nivel de contaminación de los mismos-.
El caso de los residentes
Los residentes de estas zonas, donde aparcar se ha vuelto en una auténtica quimera para los vecinos, también están obligados a realizar un pequeño desembolso por hacer uso de este derecho. De hecho, tan solo en 2017, se espera que se recauden un total de 5.314.500 euros en este concepto, según se desprende de los presupuestos generales del ayuntamiento.
Aunque, lo más probable es que se supere esta cifra inicial, algo que ya sucedió durante el ejercicio anterior -cuando se estableció una previsión inicial calcada a la de este nuevo año-. En 2016, la cifra final recaudatoria ascendió hasta los 5.576.991,07 euros por este tipo de ingreso: Estacionamiento de Vehículos de Residentes.
Cabe recordar que la ampliación de las plazas disponibles para los residentes, sobre todo en la zona centro, y según las declaraciones de la portavoz del equipo municipal, serviría para complacer una vieja reivindicación en la que insisten los vecinos de esta zona -que ven como se hace imposible aparcar a ciertas horas o días de la semana-.
Las tarifas a la que tienen que hacer frente estos ciudadanos no son tan altas -como es lógico- como para el resto de habitantes. Para poder adquirir este derecho, el propietario del vehículo debe residir en ese área metropolitana y pagar una tasa anual de 24,60 euros, como tarifa base, que se puede reducir un 10 o un 20%, dependiendo del impacto ecológico y medioambiental del vehículo.