domingo, 15 diciembre 2024

Jaume Roures: una vida ‘cabalgando entre contradicciones’

La biografía de Jaume Roures no pasaría de ser una más de esas contradictorias historias de gentes que han conseguido acceder al Olimpo de los multimillonarios sin pertenecer a una casta especialmente adinerada por origen, por apellido familiar o por oficio. Pero la suya es algo peculiar y tiene interés por algunas características que la hacen diferente a otras.

Productor televisivo en TV3 -entre 1984 y 2001- y también cinemátográfico -con cintas como ‘Comandante’, de Oliver Stone- Jaume Roures es considerado el factotum -junto a José Miguel Contreras- de uno de los fenómenos más interesantes de la historia de la televisión en España: la eclosión de La Sexta y su influencia en la consolidación de partidos políticos de nuevo cuño -Podemos- y el desgaste paralelo de otros -PP, que sigue gobernando a pesar de todo, y PSOE-.

Fue el gran dueño del imperio mediático que Zapatero intentó formar en oposición al Grupo Prisa

Más interés si cabe para el articulista tiene otra de las facetas de la poliédrica personalidad de Roures: su militancia marxista, de la que no ha abjurado jamás. De orígenes troskistas y activa militancia juvenil, en la Liga Comunista Revolucionaria y la IV Internacional, pasó varias veces por la cárcel durante el franquismo e incluso ya bien entrada la democracia, en 1983, llegó a ser detenido por colaboración con ETA, acusado de alojar a uno de los responsables del secuestro del industrial Saturnino Orbegozo.

Una hoja de servicios que no ha impedido al hoy empresario catalán convertirse, andando el tiempo, en un perfecto ejemplo de ‘tío pasta’: los mejores hoteles, aviones privados o alfombra roja en Beverly Hills en el mismo día en el que 160 de sus trabajadores -pertenecientes al extinto diario de papel Público- se iban a la calle, en enero de 2012, tras dos ERE.

El fantasma de la Sexta Radio y el auge de COPE amenazan a Prisa

Tal vez porque el Marxismo al que admira se fundamenta filosóficamente en tesis y antítesis -debemos entender que gentes como él serían la síntesis- Roures ha declarado en numerosas y celebradas ocasiones que él ‘no trabaja, milita’. Será lo que su admirado Pablo Iglesias bautizó como ‘cabalgar entre contradicciones’. Nuestro protagonista nunca vio contradicción alguna en ser multimillonario y trotskista, y ha justificado siempre la especie argumentando que nadie cuestiona, por ejemplo, a aquellos empresarios millonarios que se declaran también católicos. Jaume Roures asegura que la derecha reaccionaria española (él nunca ha ocultado su catalanismo) tiene una cultura política marcada por la intolerancia y la falta de respeto hacia el otro y que sin duda esas fallas son, directamente, una herencia franquista. Una derecha reaccionaria a la que ni soporta ni respeta, como ha declarado despectivamente en varias ocasiones.

Un entramado societario de vértigo

Lo cierto es que Jaume Roures, dueño de Público -que lo fue, como ya se ha dicho- y empresario beneficiado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, llegó a poseer 250 millones de euros en 150 cuentas radicadas, un tercio de ellas, en paraísos fiscales. Así al menos lo reveló el diario El País, gran bestia negra de Roures y todo el imperio mediático levantado por Zapatero para hundir a los, hasta entonces, gurús mediáticos de la izquierda, Juan Luis Cebrián y compañía.

Y es que el socialismo español, monolítico durante décadas, pasó a estar dividido entre aquel viejo PSOE de Prisa frente al nuevo socialismo moderno construido desde ‘La Sexta’. Una izquierda de diseño, la de Roures, un personaje como mínimo excéntrico a decir de algunos de quienes mejor le conocen y que no pasan por ser, precisamente, sus enemigos. Su grupo, Mediapro,  llegó a ser toda una multinacional de la industria audiovisual, con sedes en España, Argentina, Estos Unidos, Portugal y hasta Dubái. Algunas otras informaciones llegaron a elevar la cifra enunciada más arriba a 500 millones de euros, radicados en distintas sociedades en Holanda buscando un mejor trato fiscal a través de Mediacapital y otras empresas.

Roures: ‘factotum’ de Podemos

Cuando la productora de Pablo Iglesias rompió con Canal 33, el empresario catalán fue quien comenzó a dar cobijo a los de Podemos en sus instalaciones, tras un efímero paso de estos por Intereconomía, un canal de televisión venido a menos desde que se situó abiertamente en la derecha más extrema y que fue aprovechado algunos meses por Iglesias y los suyos.

¿Por qué tuvo Roures aquel detalle?. Por un lado buscaba hacer daño a ese sector del PSOE al que siempre había odiado. Roures y sus hombres recibieron muy mal la salida del poder de Zapatero y paralelamente, les fascinaba es Podemos. Era llamativo ver como ejecutivos de La Sexta, con sueldos de seis ceros y muy cercanos a Jaume Roures llamaran a la rebelión frente al Gobierno del PP en defensa de lo público porque esperaban una importante rentabilidad económica si llegaban los de Podemos al poder. Algo que, a tenor de las recientes luchas cainitas en el seno de la formación morada, tendrá que esperar.


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