Revolución en el aseo personal con la ducha cíclica que cambiará la rutina. En un mundo donde la sostenibilidad y el ahorro de recursos se han convertido en prioridades fundamentales, la innovación tecnológica busca constantemente soluciones que nos ayuden a vivir de manera más eficiente. Un nuevo invento ha llegado para transformar una de las actividades más cotidianas: ducharse. Te hablamos de la ducha cíclica, un dispositivo revolucionario que no solo promete cambiar la forma en que disfrutamos de nuestras duchas diarias, sino que también contribuye significativamente a la conservación del agua y la reducción de costos en la factura eléctrica.
Ahora tenemos una ducha cíclica que nos permite ahorrar agua

La ducha cíclica es más que un simple accesorio de baño; es una solución ingeniosa diseñada para enfrentar el desafío del consumo excesivo de agua en nuestro aseo personal, un recurso cada vez más escaso en muchas regiones del mundo. Gracias a su innovador sistema de filtrado y reciclaje, esta ducha permite utilizar hasta un 70% menos de agua en cada sesión, lo que se traduce en un impacto positivo no solo en nuestro medio ambiente, sino también en nuestras finanzas personales.
Además de su capacidad para reducir el consumo de agua, la ducha cíclica está diseñada para optimizar el uso de energía, lo que significa que también ayudará a disminuir la factura de la luz. En un momento en que cada centavo cuenta, este invento se presenta como una alternativa inteligente y responsable que nos permite disfrutar de una experiencia al ducharse de manera refrescante sin la culpa de derrochar recursos.
La revolución del ahorro: la ducha cíclica Ilya y su impacto en el consumo de agua

A medida que el agobiante calor del mes de agosto se desvanece, España enfrenta un nuevo desafío: las alertas por lluvias en diversas regiones del país no ocultan el grave problema de las sequías que se repiten año tras año. Con un paisaje que se vuelve cada vez más árido y desértico, la necesidad de conservar el agua se vuelve crucial, tanto en los hogares como en los negocios. El ahorro de agua se ha convertido en una prioridad que rivaliza con la reducción del consumo energético y la ducha cíclica nos ayuda en esa tarea.
Para abordar esta problemática, la tecnología ha comenzado a ofrecer soluciones innovadoras que permiten regar los campos utilizando un 70% menos de agua, así como duchas que optimizan el consumo doméstico al reciclar el agua. En este contexto, surge la ducha cíclica Ilya, un invento revolucionario diseñado por dos jóvenes emprendedores franceses. Este sistema de baño de circuito cerrado no solo promete un ahorro significativo de agua, sino que también reduce el consumo energético en el hogar.
La ducha cíclica Ilya: un ejemplo de sostenibilidad

La ducha cíclica Ilya es una respuesta directa al despilfarro de agua que se observa en muchos entornos, incluyendo hogares y hoteles. Esta innovadora ducha permite a los usuarios disfrutar de una experiencia de baño confortable mientras contribuyen a la conservación de un recurso tan valioso como el agua. Al ahorrar un 70% en el consumo de agua y energía, Ilya se posiciona como una solución efectiva para combatir la crisis hídrica que afecta a numerosas regiones.
En el ámbito hotelero, es común ver carteles que recuerdan a los huéspedes la importancia de ahorrar agua. Sin embargo, la simple concienciación no siempre es suficiente. Las tecnologías como la ducha cíclica Ilya no solo permiten un uso más controlado del agua, sino que también fomentan una cultura de responsabilidad ambiental entre los visitantes. Además, la start-up francesa ofrece un dispositivo de control de gasto que proporciona información en tiempo real sobre el consumo de agua, similar a los sistemas que se pueden encontrar en supermercados como Lidl.
Hacia un futuro más sostenible

La implementación de soluciones como la ducha cíclica Ilya representa un paso significativo hacia un futuro más sostenible. Al adoptar tecnologías que promueven el ahorro de agua y energía, tanto los hogares como los hoteles pueden reducir su impacto ambiental y contribuir a la lucha contra la sequía. La combinación de innovación tecnológica y conciencia ambiental es clave para enfrentar los desafíos que nos presenta un mundo en constante cambio.
La ducha cíclica Ilya no es solo un producto; es un símbolo de un movimiento hacia un uso más responsable de nuestros recursos naturales. A medida que más personas y empresas adopten estas soluciones, podremos avanzar hacia un futuro donde el ahorro de agua y energía sea la norma, no la excepción. La revolución del ahorro ha comenzado, y cada gota cuenta.
La innovadora ducha cíclica Ilya: ahorro y sostenibilidad en cada uso

La start-up Ilya que inventó esta ducha cíclica ha sido cofundada por Simon Buoro y Antoine Escande, dos jóvenes emprendedores que se formaron en el prestigioso Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Toulouse (INSA). Desde su inicio en 2019, su objetivo ha sido revolucionar la forma en que utilizamos el agua en nuestras duchas, ofreciendo una solución que combina eficiencia y sostenibilidad.
La ducha Ilya cuenta con dos modos de funcionamiento, adaptándose a las necesidades de cada usuario.
Modo de circuito abierto

El primer modo es un circuito abierto, similar al funcionamiento de la mayoría de las duchas convencionales. En este sistema, el agua fluye a través de la red, se utiliza y luego se desecha. Aunque no recicla el agua, limita el caudal a 6 litros por minuto, lo que ya representa un avance significativo en el ahorro. Al encender la ducha por primera vez, se requieren 5 litros de agua fresca para garantizar que el sistema opere correctamente. A partir de ahí, la empresa asegura que no se desperdiciará ni una sola gota más.
Modo de circuito cerrado

El segundo modo es un circuito cerrado, que permite reciclar el agua utilizada durante la ducha. Con solo presionar un botón, el sistema se activa, recogiendo el agua, filtrándola y desinfectándola para mantenerla a la temperatura deseada, lista para ser reutilizada mientras el usuario continúa duchándose. Al finalizar, el sistema se drena sin almacenar agua entre usos, lo que maximiza la eficiencia.
Flexibilidad en el uso

Los diseñadores de Ilya recomiendan alternar entre ambos sistemas según las necesidades diarias. Para duchas rápidas, donde el objetivo es simplemente refrescarse, el circuito cerrado es ideal. En cambio, para duchas más largas, donde se requiere un enjuague completo, se puede optar por el circuito abierto.
Según los creadores de Ilya, el consumo de agua por ducha oscila entre 5 y 10 litros, lo que permite un ahorro energético del 80% en comparación con una ducha tradicional. Para fomentar la conciencia sobre el uso del agua en el hogar, la marca ha desarrollado el dispositivo Ilo. Este gadget mide el consumo de agua de cada usuario, ayudando a las familias a evaluar si es necesario invertir en una ducha cíclica.
Comparativa en el mercado

No es el único dispositivo de su tipo disponible. La cadena de supermercados Lidl también ofrece en España productos similares para medir el consumo de agua. El sensor Ilo se instala fácilmente entre el mezclador y el flexo de la ducha, o entre el flexo y el rociador, utilizando conexiones estándar G1/2 (15/21).
El sensor Ilo tiene un precio de 99 euros y se conecta a WiFi, permitiendo a las familias revisar el consumo de agua tras cada ducha a través de una aplicación móvil. Además, la empresa ofrece un kit adicional para reducir el consumo de agua en la cocina por solo 24,99 euros.
La ducha cíclica Ilya representa una solución innovadora y sostenible para el uso del agua en nuestros hogares. Con su diseño inteligente y opciones de funcionamiento flexibles, no solo promueve el ahorro de agua y energía, sino que también crea conciencia sobre la importancia de un consumo responsable. Al adoptar tecnologías como Ilya, podemos contribuir a un futuro más sostenible y eficiente en el uso de nuestros recursos naturales.
Un creciente sector
:quality(85)/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2017/05/29181006/ducha-fria.jpg)
La start-up francesa Ilya se adentra en un mercado en constante expansión, donde compite con diversas marcas innovadoras como Orbital Systems. Esta última se autodenomina el «Tesla de las duchas», destacando su compromiso con la sostenibilidad al prometer un ahorro de hasta un 90% en el consumo de agua y un 80% en energía.
Fundada en 2012, Orbital Systems es una empresa sueca que nació de una colaboración entre la NASA y la Universidad de Lund. Su objetivo inicial fue desarrollar un sistema sostenible de suministro de agua para futuras misiones en Marte. La principal diferencia entre la ducha de Orbital y la de Ilya radica en el sensor de calidad de agua que utiliza Orbital. Este sensor mide la calidad del agua 20 veces por segundo, determinando si es adecuada para ser reciclada.
Ducha autónoma

El sistema de Orbital activa automáticamente el reciclaje del agua, eliminando la necesidad de que el usuario tome esa decisión. Esto resulta en una ducha más autónoma y eficiente. Sin embargo, su precio oscila entre 4,000 y 5,500 euros, dependiendo del modelo elegido, lo que puede ser una barrera para muchos consumidores.
Tanto Ilya como Orbital Systems enfrentan un desafío significativo: el alto costo de instalación de sus productos. Para mitigar esta dificultad, Orbital ha enfocado su estrategia en atraer a clientes corporativos, como hoteles y empresas de construcción de viviendas de lujo, que buscan integrar servicios sostenibles en su oferta.
Desafíos comunes

El mercado de duchas sostenibles está en auge, impulsado por innovaciones que buscan reducir el consumo de agua y energía. Aunque Ilya y Orbital Systems ofrecen soluciones valiosas, el alto costo de sus tecnologías representa un obstáculo que ambas empresas deben superar para alcanzar un público más amplio. Con el creciente interés en la sostenibilidad, el futuro de estas start-ups parece prometedor, siempre que puedan hacer sus productos más accesibles.