Si hay algo a lo que le tengan miedo los autónomos sin duda es a la subida de costes. Una elevación del coste de la actividad siempre es complicada de gestionar, pero todavía más en una situación como la actual.
La incertidumbre por el coronavirus sigue aquí. Aunque parece que las cosas mejoran, nuevas cepas y nuevas olas podrían dar al traste con la recuperación que estamos comenzando. Por eso, lo que menos desean ahora los profesionales es un incremento de los costes.
Malas noticias para los autónomos

Sin embargo, parece que se avecinan malas noticias. Los próximos meses prometen ser especialmente complicados, porque tarde o temprano los profesionales dados de alta en el RETA van a tener que asumir nuevos costes.
Algunos ya hablan de la particular “cuesta de septiembre” de los autónomos, que están viendo cómo los gastos directos e indirectos asociados a su actividad se están elevando progresivamente.
El precio de la luz

Entre las subidas de costes que deben afrontar los autónomos está el incremento del recibo de la luz. El nuevo sistema de tarificación está haciendo que muchos negocios estén pagando ahora el doble de lo de hace un año.
Aunque los autónomos intentan aplicar todas las medidas de ahorro posibles en sus negocios, en la mayoría de los casos esto no se traduce en una rebaja significativa de la factura.
Subidas de costes por el aumento del precio de los carburantes

Cualquiera que tenga un vehículo puede comprobar que llenar el depósito es ahora más caro que hace un año. De medio, el precio tanto de la gasolina como del diesel ha crecido un 25%. Un incremento difícil de asumir.
Porque muchos autónomos necesitan desplazarse habitualmente con su vehículo, y el aumento del precio de los combustibles implica un incremento de sus gastos mensuales, lo que se traduce en una pérdida de rentabilidad de la actividad.
La inflación

La pandemia ha provocado situaciones de dificultad de aprovisionamiento, lo que ha reducido el número de productos en el mercado. En consecuencia, estos son más caros. Toda Europa atraviesa un período de inflación creciente.
Con los precios de los productos básicos subiendo, a los consumidores les cunde mucho menos el dinero. Esto quiere decir que el autónomos puede comprar menos bienes con lo que gana y, además, vende menos productos o servicios porque los consumidores están controlando más el gasto.
Subida de las materias primas

La inflación lleva a la subida de precios de los productos básicos, pero también a un incremento en el precio de las materias primas que se usan para la producción. En consecuencia, ahora hacer productos es más caro.
Los autónomos no solo tienen que hacer frente a un aprovisionamiento que es más caro sino que también es más complicado, porque la escasez de materias primas ocasionada por los confinamientos decretados a nivel mundial se está convirtiendo en un problema.
La subida de la cuota de cotización

Una de las subidas de costes que más preocupa a los autónomos es la que está ligada al incremento de la cuota de cotización, porque en este caso no hay muchas alternativas para ahorrar.
Si finalmente sube el SMI, acabará la moratoria que tenía paralizada la subida de la cuota a la Seguridad Social para los autónomos que debía haberse aplicado a lo largo de este 2021. En consecuencia, los afectados pagarán entre 3 y 12 euros más al mes.
Subida del SMI, otra de las subidas de costes que asusta

La subida del SMI supondrá un incremento de la cuota de cotización de los autónomos y, además, incrementará los costes de la actividad de aquellos profesionales que tengan contratados empleados que cobren el salario mínimo.
No se trata solo de que haya que subir el sueldo del empleado, también aumentará la cantidad que hay que pagar en concepto de seguros sociales.
Fin de las ayudas

A medida que los costes suben, el día a día de los autónomos se vuelve más complicado. Y a ello hay que sumarle que a lo largo de este mes se acaban ayudas que hasta el momento están en vigor. Como las de cese de actividad y los ERTEs.
Sobre este tema ya se está negociando para intentar que las ayudas se mantengan en vigor hasta finales de año.
Ayudas directas que no llegan

Muchos autónomos afrontan con pesimismo el final de 2021. Porque los costes no paran de subir y las ayudas directas no están fluyendo con la rapidez que se esperaba. De hecho, los duros requisitos impuestos impiden el acceso a muchos profesionales.
Es más, algunos autónomos que han recibido las ayudas es posible que tengan que devolverlas en un futuro si finalmente se comprueba que no cumplían con todas las condiciones para ser beneficiarios de las mismas.
Una situación muy complicada

Todo esto pone a los profesionales por cuenta propia es una situación especialmente delicada en la que deben ser cuidadosos a la hora de tomar decisiones. Subir los precios de sus productos o servicios es algo que no quieren, pero que tarde o temprano tendrán que hacer.
Y ya sabemos que los ajustes de precios al alza nunca son bien recibidos por los consumidores. Pero, en este caso, esa subida puede ser algo totalmente inevitable.