La compraventa de puntos del carnet de conducir se ha convertido en un negocio ilegal que pone en riesgo la seguridad vial. A través de plataformas como Wallapop o Milanuncios, algunos conductores buscan evitar la pérdida de puntos recurriendo a terceros que, a cambio de dinero, asumen la responsabilidad de la infracción.
Esta práctica ha llamado la atención de la DGT, que ha advertido sobre las graves consecuencias legales para quienes participan en este tipo de fraudes. No solo implica sanciones económicas, sino que también puede derivar en penas de cárcel por falsedad documental y usurpación de identidad.
El mercado negro de puntos en internet

Anuncios como el de Marc C. en Wallapop dejan claro que la venta de puntos es una realidad. Bajo ofertas disfrazadas, los vendedores se identifican como conductores en el sistema de sanciones, evitando que el verdadero infractor pierda su saldo de puntos.
El negocio no se limita a plataformas de compraventa, sino que también se mueve en redes sociales y foros, donde los precios varían según la cantidad de puntos que el comprador necesite transferir. A pesar de su aparente discreción, estas transacciones están en el punto de mira de la DGT.
Una práctica ilegal que puede acabar en prisión

Participar en la compra o venta de puntos no es solo una infracción administrativa. El Código Penal considera que asumir una sanción ajena a cambio de dinero puede ser un delito de falsedad documental, con penas de hasta seis años de cárcel.
Quienes son descubiertos pueden enfrentarse también a multas económicas de entre 6 y 24 meses de salario, además de inhabilitación para ejercer funciones públicas si se trata de un funcionario. La DGT ha dejado claro que este tipo de fraude no quedará impune.
El papel de la identificación del conductor

La Ley de Tráfico establece que, cuando una infracción es captada por un radar, el propietario del vehículo debe identificar al conductor responsable. Esta norma ha sido aprovechada por algunos para transferir puntos a terceros y evitar sanciones.
Sin embargo, la Dirección ha reforzado sus mecanismos de control para detectar irregularidades en la identificación de infractores. Cualquier anomalía en la asignación de puntos puede derivar en una investigación y en la anulación de la sanción fraudulenta.
Cómo detecta la DGT estos fraudes

Para combatir la compraventa de puntos, la DGT ha desarrollado un sistema de alertas informáticas que permite identificar patrones sospechosos en la asignación de sanciones. Si un mismo conductor asume múltiples infracciones sin ser el propietario del vehículo, se inicia una investigación automática.
El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) colabora estrechamente con la DGT en estos casos. Cuando se detecta una posible manipulación en la asignación de puntos, el caso se traslada a la Fiscalía para determinar si existe falsedad documental o usurpación de identidad.
Las sanciones por fraude en la compra de puntos

Los conductores que intentan eludir la pérdida de puntos comprándolos en internet se arriesgan a sanciones mucho más graves. Además de la multa económica y la retirada del carnet, pueden enfrentarse a un proceso penal que termine en una condena de prisión.
Además, la DGT puede sancionar con la inhabilitación para conducir, lo que supone la pérdida del carnet durante un periodo determinado. Esto no solo afecta la movilidad personal, sino que también puede poner en riesgo el empleo de quienes dependen de su coche para trabajar.
Por qué la DGT persigue este tipo de fraudes

El sistema de carnet por puntos fue diseñado para premiar la conducción responsable y penalizar a quienes cometen infracciones. La compraventa de puntos debilita este sistema, permitiendo que los infractores eviten las consecuencias de sus actos.
Para garantizar la efectividad del sistema sancionador, la DGT ha reforzado los controles sobre la identificación de conductores y ha aumentado la colaboración con las fuerzas de seguridad para combatir redes de fraude.
Los riesgos de comprar puntos en internet

A simple vista, comprar puntos puede parecer una solución rápida para evitar la retirada del carnet. Sin embargo, las consecuencias pueden ser devastadoras. Además de las sanciones económicas y penales, los conductores que participan en este tipo de fraudes pueden ser investigados durante años.
Muchos de los anuncios de venta de puntos en internet son estafas, donde los vendedores cobran el dinero y desaparecen sin cumplir con la transacción. Esto significa que, además del riesgo legal, los compradores pueden perder grandes sumas de dinero sin obtener nada a cambio.
Alternativas legales para recuperar puntos

Para los conductores que han perdido puntos y quieren recuperarlos, la DGT ofrece opciones legales como los cursos de reeducación vial, que permiten recuperar hasta seis puntos.
También es posible recuperar puntos de forma automática si se pasa un periodo de dos años sin cometer infracciones. Para faltas muy graves, este periodo se extiende a tres años.
En casos extremos, si se han perdido todos los puntos y se ha retirado el carnet, el conductor debe superar un curso de reeducación y un examen teórico para volver a obtenerlo.
La DGT intensifica la vigilancia contra fraudes

Con el aumento de los casos de compraventa de puntos, la DGT ha intensificado sus controles. Se han implementado cruces de datos entre infractores y supuestos responsables de las multas, permitiendo detectar irregularidades con mayor facilidad.
Además, la DGT está en constante comunicación con la Policía y la Guardia Civil, lo que ha permitido desmantelar redes organizadas de fraude en los últimos años.
Un fraude que no merece la pena

Comprar puntos por internet puede parecer una solución rápida para evitar la retirada del carnet, pero las consecuencias pueden ser devastadoras. Además del riesgo de sanciones económicas y cárcel, la DGT está implementando nuevas tecnologías para detectar y sancionar estas prácticas ilegales.
Evitar la compra de puntos y optar por métodos legales es la única forma segura de seguir conduciendo sin problemas legales. La seguridad vial es una prioridad, y las trampas en el sistema solo ponen en riesgo la vida de todos en la carretera.