La reciente publicación de la lista de morosos de la Agencia Tributaria ha vuelto a colocar a varios personajes conocidos en el centro del foco público, pero uno de los nombres que más ha llamado la atención este año es el de Bertín Osborne. La aparición del presentador y cantante en este listado oficial, con una deuda que lo convierte en uno de los contribuyentes con mayores impagos del país, ha generado un revuelo considerable, especialmente porque coincide con un momento personal complicado para él. En paralelo, Gabriela Guillén, madre de su hijo menor y protagonista de una relación que ha sido seguida con lupa por los medios, ha decidido pronunciarse públicamente sobre el asunto, con la franqueza y naturalidad que la caracteriza.
El dinero de Bertín Osborne

Al ser preguntada por los periodistas sobre la deuda de Osborne con el fisco, la fisioterapeuta de origen paraguayo no ha mostrado sorpresa alguna. «A ver, no me sorprende. O sea, no me sorprende si es que ya veníais diciendo cosas así. O sea, yo no sé por qué también eso sorprende a gente«, ha respondido con aplomo. Estas palabras dejan claro que, para ella, la situación fiscal del artista no es algo inesperado ni que le cause inquietud. En todo momento ha querido dejar claro que se mantiene al margen de los asuntos económicos del cantante, con quien no mantiene contacto fluido desde hace meses.
«Bueno, mira, yo no te puedo dar más datos, porque no lo sé. No hablo de eso con él, así que no te puedo decir más nada», ha recalcado Gabriela, confirmando que su vínculo con Osborne, más allá de la paternidad compartida, es inexistente en lo cotidiano. La joven ha querido subrayar también que su prioridad es su propia estabilidad financiera, un tema que, según afirma, gestiona con esfuerzo y constancia: «Estoy tranquila con lo mío, que, bueno, ya bastante tengo. Así que yo me preocupo por mis finanzas, no me preocupo por los demás».
En este contexto de dificultades económicas generalizadas, Gabriela también ha hablado con franqueza sobre su situación personal. Asegura que no está viviendo momentos de bonanza, pero se siente afortunada por poder seguir adelante con su trabajo y por mantener la estabilidad suficiente para criar a su hijo. «Pues mira, no estoy tirando cohetes, pero estoy trabajando. Gracias a Dios tengo trabajo y eso está muy bien», ha confesado con sinceridad. Estas declaraciones reflejan la realidad de muchas madres que, como ella, asumen en solitario la responsabilidad de sacar adelante a sus hijos sin depender de las circunstancias de otras personas, aunque esas personas sean figuras públicas de relevancia.
Uno de los temas que más interés ha despertado es el de la manutención del hijo que Gabriela Guillén tuvo con Bertín Osborne, un asunto que ha sido motivo de polémica desde el inicio. La joven no ha dudado en mostrar su postura firme y contundente al respecto, afirmando que, independientemente de sus problemas con Hacienda, el cantante debe cumplir con sus obligaciones como padre. Así lo ha expresado: «Bueno, cada uno tiene sus responsabilidades. Tenga o no tenga las deudas, las tiene que cumplir. O sea, eso ya es independientemente de lo que él tenga. Yo también tengo problemas, con lo cual también hago frente y, bueno…».
El problema ha estallado

En un clima en el que la situación patrimonial de Bertín Osborne ha quedado al descubierto y es objeto de escrutinio, Gabriela ha preferido centrarse en su propia economía. Aunque no ha ofrecido cifras concretas, sus palabras dejan entrever que no atraviesa un momento de abundancia, pero sí de autonomía. Su actitud transmite un mensaje claro de independencia y resiliencia, y confirma que, pese a todo el ruido mediático, su prioridad está lejos del mundo fiscal de su expareja. Así, mientras el nombre de Bertín Osborne aparece en los titulares por sus deudas con Hacienda, Gabriela Guillén continúa adelante con su vida, su trabajo y la crianza de su hijo, sin esperar nada de quien figura como moroso en los registros oficiales.
La inclusión de Bertín Osborne en la lista de morosos no ha pasado desapercibida, sobre todo por el elevado importe que adeuda al fisco, una cifra que supera con creces los 600.000 euros. Esta cantidad sitúa al artista en una posición delicada a nivel económico, generando dudas sobre la gestión de su patrimonio, especialmente teniendo en cuenta su prolongada carrera en la televisión, la música y el mundo empresarial. A pesar de los ingresos que ha podido generar durante décadas de actividad pública, esta deuda evidencia que sus finanzas no atraviesan el mejor momento. La noticia ha sorprendido a muchos que aún lo perciben como una figura de éxito económico, asociada a propiedades de alto valor y contratos televisivos relevantes.
Lo cierto es que la fortuna de Bertín Osborne ha sido objeto de especulación desde hace años, pero ahora los datos fiscales confirman que su situación dista mucho de la imagen acomodada que proyecta. Aunque no ha hecho declaraciones al respecto, su aparición en el listado oficial de deudores pone en entredicho el estado real de su solvencia financiera. Además, el hecho de que mantenga compromisos pendientes como la manutención de un hijo pequeño complica aún más su panorama personal. Mientras Gabriela Guillén prefiere no opinar sobre sus finanzas, lo que sí ha dejado claro es que espera que cumpla con sus obligaciones, independientemente de la deuda que arrastre con la Agencia Tributaria.