Lugares solitarios de Benidorm donde escapar de multitudes

Apartando a la famosa playa de Levante por sus rascacielos y el fascinante aire «kitsch» que impregna a la ciudad, Benidorm contiene un contexto súper natural y de relajación que es el Parque Marítimo-Terrestre de Sierra Helada, un lugar espectacular por sus montañas que tienden a fundirse junto al Mediterráneo.

Las más de 5600 hectáreas y que están conformadas por unas 4920 de contextura marina, el Parque Natural de Sierra Helada se ha convertido tradicionalmente como el lugar más visitado en toda la región, así como también es uno de los más visitados en toda España. El relieve que lo identifica está cargado de fallas, eolianitas, cuevas y dunas fosilizadas que se alzan a través de los municipios de Alicante como Benidorm y Alfaz del Pi, donde sus picos con alturas superiores a los 300 metros hacen de ellos un sitio esplendido para conocer.

Las exóticas higueras y los pinos proporcionan diminutas tonalidades verdosas a toda la sierra, pero también sus vertiginosos acantilados generan vistas impactantes sobre una de los lugares más fantásticos de Europa como lo es Benidorm. Tanto el Tio Ximo como las Calas de Almadraba regalan unos imborrables paisajes naturales, aunque más hacia el norte puede conseguirse a la isla Mitjana, la cual observa silenciosamente los senderos semidesnudos de la majestuosa Serra Gelada.

La forma más idónea para recorrer esta zona protegida es a través de caminatas a pie, bicicletas o kayak, puesto que es un lugar que está constituido simplemente por montaña y mar.

Recorrer a pie Sierra Helada en Benidorm

serra gelada Merca2.es

Entre los senderos más íntegros que puede recorrerse de extremo a extremo en 8 kilómetros es del denominado “Travesía  Serra Gelada”, caracterizado por ser un camino de inmensa complejidad que va desde el Rincón de Loix hasta llegar a la punta de Albir, donde las extraordinarias vistas de 360 grados pueden realizarse alrededor de las montañas y el mar.

La cumbre del Alto Gobernador de 480 metros representa el punto más elevado, mientras que el Faro de Albir cimentado en 1963 es la guía perfecta para los barcos que atraviesan la bahía de Altea. A lo largo de sus inmediaciones puede observarse la histórica torre de vigía Bombarda, la cual sobrepasa los 100 años de inaugurada.