Infidelidad: estas son las consecuencias de ser infiel

Las infidelidades pueden llegar a suponerle más problemas al infiel que al engañado. Hay un elevado índice de infidelidades, más de las que puedas llegar a pensar. Hay personas que piensan que ser infiel no tiene nada de malo “siempre que no te cojan”.

Hoy en día, no tener una infidelidad es algo casi extraño, por lo que la muestra de amor más grande que existe no es comprar flores o hacer el desayuno, es acostarte con la misma persona cada noche sin pensar en otra.

Cuando hay infidelidades en la pareja suele ser porque la persona infiel antepone sus necesidades básicas sexuales al bienestar de la familia. Ser infiel es de cobardes; si tu relación no funciona y no eres feliz con esa persona, al igual que eres capaz de mentir y de engañarla con otra, también deberías de tener el coraje de terminar con la relación.

Es muy cómodo jugar a dos bandas, sobre todo mientras no te descubren, puede resultar hasta excitante, pero ¿qué sucede cuando se descubre el pastel?

Niños

Infidelidad infiel

Lo primero que tienes que saber es que las tablas de multiplicar a tus hijos les cuesta más trabajo aprenderlas que el darse cuenta de que algo va mal. El infiel piensa que los niños no se van a enterar de nada y que si lo hacen no lo entienden y no les va a afectar, nada más lejos de la realidad.

Cuando un niño vive en una familia con infidelidades siente que han engañado a uno de sus progenitores, sí, pero ellos también se sienten estafados por la figura a la que creían perfecta. Esto puede acarrear problemas de autoestima en el crecimiento que se llevan a la edad adulta, creando un trauma de por vida.

Los niños de padres que han tenido una infidelidad cuando son mayores temen que les suceda lo mismo con su pareja.

Las discusiones y los enfrentamientos de los padres hacen que los niños tengan pesadillas, sean más retraídos, estén tristes, no se sociabilicen, sean agresivos, se metan en las drogas o el alcohol, y que dejen de respetar a sus progenitores hasta el punto de pensar que son los culpables de dicha infidelidad.