Álex de la Iglesia y la tele: cronología sobre una relación incestuosa

Álex de la Iglesia es un baby boomer y los sociólogos dicen que los miembros de aquella generación tuvieron a la televisión como niñera. Y esta circunstancia se nota en su filmografía: la televisión ofrece pistas, proyecta paranoias o retrata épocas en algunas de sus películas.

Es por ello que este cineasta vasco, que se encuentra ultimando el lanzamiento de ’30 monedas’, nueva serie que HBO España estrenará en 2020, no regresa a la tele doce años después: en realidad nunca salió de la caja tonta.

ÁLEX DE LA IGLESIA Y LA TELE

Pedro Almodovar se divorció con éxito del productor Andrés Vicente Gómez y puso en marcha su propia productora, El Deseo, que, curiosidades de la vida, apadrinó el lanzamiento de un director que tenía una breve experiencia audiovisual como director artístico en ETB y como director de un aplaudido cortometraje, ‘Mirindas asesinas’.

Y llegó ‘Acción mutante’, triple salto mortal en un país lego en ciencia ficción que venía a denunciar la renovación estética que supusieron los noventa. Y el guión de los terroristas minusválidos que protagonizan la película estallan contra las estupideces que comenzaban a vomitar los spots de las incipientes privadas.

De la Iglesia
‘Acción mutante’.

«La sociedad nos trato como mierda y ahora les vamos a dar por el culo. El mundo está dominado por niños bonitos, por hijos de papa… Dios, basta ya de mierdas light, basta ya de colonias, de anuncios de coches, de aguas minerales (..) Todo el mundo es tonto o moderno«, decía Resines.

MUCHA TELE

Álex de la Iglesia no recibió el reconocimiento merecido por ‘Acción mutante’ y tuvo serias dificultades para sacar adelante la segunda película. Entre medias, oh sorpresa, tuvo que grabar espacios de cámara oculta para ‘Inocente, inocente’.

Pero, cargado de paciencia y cambios de guión, llegó ‘El día de la bestia’, escuela para decenas de directores de terror españoles a los que el cineasta vasco les expandió los límites de un cine español provinciano.

En ‘El día de la bestia’, que curiosamente produjo Andrés Vicente Gómez, aparecen televisores por detrás de los protagonistas que muestran la caída política del felipismo, movimiento ahogado por la corrupción y el crimen, y nos enseña la guarida televisiva del Profesor Cavan, una especie de Rappel italiano que hacía negocio en una cadena que parodiaba la Telecinco de Berlusconi.

La tele sigue presente en la siguiente parada de De la Iglesia, ‘Perdita Durango’, que contiene una escena de una familia prototipo de la American Idiot que vive pegado a las frases hechas, a un sofá de escay forrado de plástico y a la teletienda.

‘MUERTOS DE RISA’, LA JOYA OLVIDADA DE ÁLEX

‘Muertos de risa’ es una parodia gore del divorcio profesional de Martes y Trece y es un homenaje a unos chistosos que crecen desde el tardofranquismo hasta los fastos del 92. El ‘Un, dos, tres’ o ‘Directísimo’ resucitaron durante unos minutos en esta joya repleta de humor negro.

Del mismo abrevadero se nutre ‘La comunidad’, cuyo reparto está reforzado por varios clásicos de la escena española que se foguearon en ‘Estudio 1’. El personaje de Carmen Maura sabe dónde se esconden los millones gracias a un anuncio de Don Limpio.

Porque la tele ofrece pistas. O retrata el horror: de la escena final de ‘800 balas’, festín para los amantes del spaguetti western, a la febril petición de mano que sufre Willy Toledo en ‘Crimen ferpecto’, que parodió a una porquería televisiva que daba voz a los dementes que querían sorprender a sus novias o novios con un obsceno ofrecimiento en directo.

LA TELE QUE ME PARIÓ

Álex de la Iglesia parodió a los realities en la gris ‘La chispa de la vida’, cuyo reparto encabezó Mota en su fallido intento de convertirse en el Benigni español. También relaciona demencia con la falta televisión en directo en ‘Las brujas de Zugarramurdi’, cuyos habitantes, aislados sin señal, se refugian en un bar que emite en frenesí los grimosos programas de José Luis Moreno.

Y la tele es la protagonista de la irregular ‘Mi gran noche’, tardía e insípida continuación de ‘Muertos de risa’. En este film coprotagonizado por Raphael, que interpreta al divo ambiguo lleva casi un siglo dando vida fuera de las cámaras, esa una parodia una esquizofrénica grabación de una gala de fin de año.

También la tele, ¡cómo no!, es un personaje secundario de ‘El bar’. En este film la industria audiovisual es denunciada por cómplice con el poder al ocultar, o quizás proteger, a la ciudadanía de lo que está sucediendo en el centro de Madrid.

DE LA IGLESIA EN LA TELE

De la Iglesia comenzó trabajando en la tele pública vasca, grabó bromas para las autonómicas, escribió una serie que nunca vio la luz para Telemadrid (‘Hospital Psiquiátrico’) y se puso detrás de una de las ‘Películas para no dormir’ con las que Vasile intentó resucitar televisivamente a Chicho.

También, hace doce años, soportó ese trabajo hercúleo e incomprendido llamado ‘Plutón BRB Nero’, sitcom que emitió La 2 cuando los socialistas querían que la hermana fea de La 1 tuviese cierta entidad. El proyecto, arruinado desde que el director vasco tragó con las exigencias de la cadena (26 capítulos, cuando el proyecto pedía 8), pasó sin pena ni gloria por nuestras pantallas.

’30 MONEDAS’

’30 Monedas’, dice HBO, «es la tragedia del padre Vergara, un exorcista, boxeador y ex convicto exiliado en una parroquia de un pueblo remoto de España. Quiere olvidar y ser olvidado, pero sus enemigos lo encontrarán muy pronto».

De la Iglesia
’30 monedas’ de HBO.

La premisa, que puede recordar a ‘El día de la bestia’, será el preludio de una mezcla de terror, comedia y acción, cóctel favorito para un director que ha utilizado las 30 monedas por las que Judas traicionó a Jesucristo para hablarnos de conspiraciones y fenómenos extraños. Y, esta vez, nos lo contará en solo ocho capítulos. Benditas plataformas…