El AVE ‘low cost’ del PSOE llega con retraso por la parálisis política

Tarde y con otro nombre. Así es como llega el segundo intento de AVE low cost en España. Un proyecto que se lleva fraguado desde hace años, pero que ha sufrido retrasos y ha perdido la oportunidad de oro de competir sin rivales aún mucho antes en la liberalización del tren prevista para diciembre de 2020. Pero, ¿qué pasó para que se retrasase tanto?

El principal factor es la parálisis política del país. Hecho que se explica en dos inauguraciones o anuncios de esos que gustan a los políticos de turno. El primero, es de febrero de 2018, cuando el entonces ministro de Fomento del PP, Iñigo de la Serna, anunció por sorpresa el AVE de bajo coste con el nombre de EVA, que estaba previsto que iniciara operaciones en 2019. A los pocos meses, el proyecto quedó paralizado y poco o nada se supo de él.

¿Por qué? Porque se produjo un cambio en el Gobierno tras la moción de censura que colocó al PSOE de Pedro Sánchez en el Gobierno. Eso conllevó relevos en el Ministerio de Fomento –con José Luis Ábalos al frente sustituyendo a De la Serna– y en la dirección de Renfe –con Isaías Táboas como presidente de la empresa pública–.

Este nuevo equipo es quien se encargó desde entonces de desarrollar el plan estratégico para abordar la cuestión del AVE low cost. Pero a estos también les afectó la parálisis política. Dos elecciones en este mismo año (la primera en abril y la segunda en noviembre) han dejado un Gobierno en funciones y con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 sin actualizar.

Así que el segundo anuncio llegó casi dos años después. El PSOE, esta vez con Ábalos a la cabeza del Ministerio en cuestión, ha anunciado su proyecto bajo el nombre de AVLO. Se estrenará el próximo 6 de abril de 2020, lucirá color morado y empezará a vender billetes a finales del próximo mes de enero. La operadora iniciará la explotación del nuevo servicio coincidiendo con la Semana Santa y en la línea que une Madrid con Zaragoza y Barcelona.

Ambos proyectos guardan algunas similitudes, como sus precios económicos (entre un 20% y un 25% más baratos que el actual servicio de AVE) y su intención de hacer más inclusiva la alta velocidad. Sin embargo, el nombre no es el mismo. El AVE del PP le dio la vuelta a este acrónimo para llamarle EVA, mientras que el PSOE se llama AVLO. No sé sabe muy bien a qué se debe el nombre, aunque puede esconder cierto ego político por estrenar un proyecto histórico para red de ferrocarril en España.

A LAS PUERTAS DE LA LIBERALIZACIÓN

Unos ocho meses. Ese será el tiempo aproximado con el que contará Renfe antes de que se produzca la liberalización del AVE en España en diciembre de 2020. Aunque con menos tiempo que el previsto por el PP toma la delantera a los dos operadores que entrarán a competir con la empresa pública, dado ya SNCF e Trenitalia con Ilsa (Air Nostrum) ya han avanzado su intención de hacerlo con servicios a precios asequibles. Este último grupo tiene previsto iniciar operaciones en 2022.

Ilsa (empresa de Air Nostrum) y su socio italiano se quedarán con el grupo de circulaciones y frecuencias ferroviarias denominado B, que contempla poner en marcha 16 trenes al día en el conjunto de los tres corredores que se abren a la competencia: el AVE a Barcelona, el AVE a Levante y el que une Madrid con Sevilla y Málaga. SNCF, a través de su filial española Rielsfera, se ha hecho con el denominado paquete C de servicios, el que comprende cinco circulaciones al día por estas tres mismas líneas. Y Renfe consigue el paquete A, que contempla un máximo de un centenar de frecuencias diarias.

No obstante, aun hay tiempo para que se produzcan incorporaciones en los consorcios. Adif dejó la puerta abierta hasta que se negocien los Acuerdos Marcos, que está previsto que se firmen antes del 15 de marzo de 2020. Globalia, Talgo o Alsa podrían entrar