A nadie le gusta pagar mĂĄs en su factura del telĂ©fono e internet. Incluso, tampoco se quiere pagar mĂĄs por tener mayor velocidad o cientos de canales de televisiĂłn. Por eso, las subidas de precios, como las que han llevado a cabo en las Ășltimas semanas Movistar, Vodafone y Orange, molestan a los usuarios, pero es lĂcito. Todo estĂĄ dentro de la lĂłgica comercial y queda lejos de supuestos pactos de precios.
Eso, precisamente, es de lo que acusa la organizaciĂłn de consumidores Facua a los operadores de telefonĂa. En concreto, la asociaciĂłn ha denunciado ante la ComisiĂłn Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a las compañĂas de telecomunicaciones Movistar, Vodafone y Orange por la subida de tarifas al unĂsono en sus paquetes convergentes.
Facua advierte a la CNMC de que este incremento de precios de los planes conjuntos de telefonĂa, internet y televisiĂłn de las tres teleoperadoras âpuede responder a un pacto que serĂa contrario a la Ley de Defensa de la Competenciaâ.
Sin cuestionarse nada mĂĄs, la asociaciĂłn alerta a la CNMC de que estas subidas recuerdan a lo que el artĂculo segundo de la Directiva 2014/10/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 26 de noviembre de 2014, define como «cĂĄrtel»: âTodo acuerdo o prĂĄctica concertada entre dos o mĂĄs competidores cuyo objetivo consista en coordinar su comportamiento competitivo en el mercado o influir en los parĂĄmetros de la competenciaâ.
AsĂ, una vez que Facua incluye en su comunicado la palabra cĂĄrtel -con sus dosis de insinuaciĂłn cinematogrĂĄfica-, y se cuestiona la competencia real en el mercado telco, es turno de analizar si verdaderamente existe competencia, si estĂĄ vigilada o si se podrĂa hacer algo mĂĄs.
Movistar, Vodafone y Orange, bien vigilados
La realidad, aunque a veces no guste a los usuarios, es tozuda. Los operadores, al estar en un mercado de libre competencia, ponen los precios que quieren a sus servicios. Pero eso no incluye bajo ninguna circunstancia que puedan pactarlos con otras compañĂas. Para que eso no suceda, la CNMC vigila y supervisa de manera constante esas actuaciones. AsĂ pues, Facua podrĂa haberse ahorrado la denuncia, puesto que ya se paga con dinero pĂșblico a un regulador.
De este modo, y pese a las subidas desagradables, los usuarios deben estar tranquilos. En principio no puede haber ningĂșn tipo de acuerdo de precios, pese a que todo haga pensar en ello.
Desde el regulador aseguran que la supervisiĂłn y vigilancia es continua. No obstante, precisan que tambiĂ©n es complicado poder concluir, incluso mediante una investigaciĂłn, que pueda haber ningĂșn acuerdo para subir los precios a la vez. Hay tres problemas.
1- Diferentes servicios. Cada operador, bien sea Movistar, Vodafone u Orange, tienen una amalgama de servicios convergentes tan diferentes y variados entre sĂ, que nunca habrĂĄ dos que sean iguales. Y menos cuando incluyen mĂșsica, televisiĂłn⊠Por lo tanto, no se puede concluir que pongan el mismo precio a los mismos servicios.
2- Promociones. Con tantas series y televisiĂłn, los operadores estĂĄn continuamente ofreciendo promociones y descuentos a sus clientes, esto provoca que los precios tengan continuas fluctuaciones. AsĂ es muy complejo determinar temporalmente cuando se han movido los precios y cĂłmo.
3- Aumento de servicios. Por Ășltimo, desde la CNMC argumentan que esta subida de precios viene acompañada de una mejora en los servicios, de nuevo a diferentes tarifas, que hace que el conjunto sea difĂcil de comparar.
Por si todo esto fuera poco, hay una circunstancia que también explica por qué estas subidas se dan temporalmente casi a la vez. Tiene que ver con los periodos fiscales de las empresas, que acaban en marzo, de ahà que quieran tener nuevos precios para abril. Por lo tanto, las subidas se hacen en los primeros meses de cada año, o a finales del anterior.
ÂżY si de verdad pactan precios?
Distintos precios, promociones y servicios. Solo se trata de una coincidencia. No obstante, en el hipotĂ©tico caso de que, efectivamente, Movistar, Vodafone y Orange hayan pactado subir los precios a la vez, la CNMC tiene la capacidad de actuar de oficio. En ese caso, se iniciarĂa una investigaciĂłn desde el regulador para dictaminar si ha habido una acciĂłn colusoria por parte de los tres operadores.
Pero el problema ya se ha comentado: fuentes del regulador asumen que demostrar esta situaciĂłn es muy compleja, por las tres situaciones descritas anteriormente, y porque el inicio de la investigaciĂłn, en sĂ mismo, debe tener una justificaciĂłn sĂłlida.
El otro escenario para que se llevase a cabo una investigaciĂłn es la denuncia de un tercero ante la CNMC, como ha sido el caso de Facua. En todo caso, serĂa el regulador el que -igualmente- debe valorar si hay indicios de que esta situaciĂłn se estĂ© llevando a cabo.
El cuarto operador amarillo
¿Falta de competencia? No parece que, en estos momentos, se pueda decir que en el sector telecos español falta competencia. De hecho, lo que hay ahora mismo es, quizå, un exceso de ella.
Esta misma semana publicamos en Merca2 que las ofertas convergentes estĂĄn en un punto de saturaciĂłn debido a la presiĂłn comercial de unos y otros; mĂĄs la llegada de MĂĄsMĂłvil, que empuja en los segmentos de bajo coste. AsĂ pues, en este contexto, tampoco habrĂa una justificaciĂłn objetiva para tener que investigar una hipotĂ©tica colusiĂłn de precios. AdemĂĄs, existe ese cuarto operador que ofrece una alternativa de mercado para que los clientes insatisfechos puedan marcharse.
Por lo tanto, es evidente que la subida de precios de Movistar, Vodafone y Orange no gusta; pero también es cierto que la inversión en redes y el despliegue de fibra debe costearse.