viernes, 1 noviembre 2024

La gasolina toca otro techo anual con el mercado en vilo por la incertidumbre geopolítica

El precio medio del litro de gasolina ha alcanzado los 1,660 euros, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE). Este coste supone un nuevo máximo anual tras subir un 0,91% respecto a la pasada semana, reflejando los temores respecto a la conflictividad que viven algunos de los puntos clave del suministro a nivel global, así como el alza del petróleo. Con esta nueva subida, el encarecimiento ya llega al 8,35% en lo que llevamos de 2024.

Mientras, el precio medio del litro de diésel también mantiene esta semana una tendencia alcista y suma su tercera subida consecutiva, para escalar hasta los 1,551 euros. En lo que va de 2024 el diésel se ha encarecido un 3,88%.

El precio medio de ambos carburantes inició 2024 registrando sus primeras subidas en tres meses, después de acumular un descenso tras otro desde finales de septiembre que le llevó a despedir el año pasado instalado en niveles mínimos del ejercicio tras sumar un abaratamiento de casi el 15% en el caso de la gasolina, y de más del 13% para el diésel.

TANTO GASOLINA COMO DIÉSEL SIGUEN SUBIENDO AL RITMO DE LAS TENSIONES INTERNACIONALES

Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina tiene un coste de unos 91,3 euros, 1,6 euros más que en las mismas fechas del año pasado, cuando ascendía a unos 89,7 euros y ya no existía el descuento de 20 céntimos por litro que estuvo vigente en gran parte de 2022.

Para los vehículos de diésel, llenar un depósito medio (55 litros) supone un desembolso actualmente de 85,3 euros, 1,15 euros más caro que en la misma semana de 2023, momento en el que el precio era de 84,15 euros.

Carburantes

Los precios medios del litro de gasolina y del diésel se mantienen así una semana más por encima de los niveles en los que estaba antes del estallido de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando era de 1,592 euros y 1,479 euros el litro, respectivamente.

Sin embargo, ambos carburantes continúan lejos de los máximos que registraron el verano de 2022, en julio, cuando la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.

Igualmente, el diésel suma ya 59 semanas por debajo del precio de la gasolina. Se mantiene así en la situación habitual anterior a la invasión rusa de Ucrania, que provocó que el precio del gasoil fuese más caro que el de la gasolina de forma continuada desde agosto de 2022 hasta mediados de febrero de 2023, cuando se rompió la dinámica.

LA GASOLINA, ESCLAVA DE LA GUERRA

El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal.

En cualquier caso, y pese a que los esfuerzos de descarbonización hechos por la UE han reducido la dependencia de los combustibles fósiles, el coste de los carburantes sigue siendo un factor crucial en la inflación. Por tanto, la inestabilidad provocada por la violencia en la franja de Gaza -con ramificaciones que afectan al Golfo Pérsico, el mar Rojo e incluso Irán- y el estancamiento de la guerra de Rusia contra Ucrania tienen profundas implicaciones en la economía europea.

En este sentido, sucesos como los ataques a refinerías rusas por parte de enjambres de drones ucranianos han sido señalados como altamente peligrosos para el suministro. Goldman Sachs afirma que tendrán un impacto «alcista» en el precio del diésel, ya que la capacidad de producción de los centros de refino rusos se ha visto seriamente mermada por los bombardeos con drones y, de continuar menguando el inventario, el coste por barril podría incrementarse en hasta casi un euro y medio.

el inmovilismo de la OPEP respecto a su estrategia de restringir la producción de crudo supone otro trampolín para el alza de los carburantes

Las bandadas de drones ucranianos han mutilado un estimado de 900.000 barriles diarios de la capacidad de refino enemiga, una pérdida que en el mejor de los casos durará semanas y en el peor cercenará de forma permanente el potencial productor. Y a menor generación, mayor precio.

Por otro lado, desde que comenzaron las operaciones militares israelíes en la franja de Gaza, los rebeldes hutíes de Yemen, partidarios de la causa palestina, han lanzado 80 ataques contra buques comerciales en el mar Rojo, una de las más importantes arterias comerciales del mundo. Asimismo, el conflicto entre Israel y Hamás ha tensionado aún más si cabe el enfrentamiento entre el Estado hebreo e Irán, un importantísimo productor petrolero.

Por último, el inmovilismo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) respecto a su estrategia de restringir la producción de crudo supone otro trampolín para el alza de los carburantes. El precio del barril Brent, de referencia en Europa, superaba al cierre de esta edición los 90 dólares (84 euros), un encarecimiento de más del 20% respecto a diciembre.


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