El mono blanco es la última sorpresa que nos trae Mango. Cada verano sucede algo curioso en las tiendas: los vestidos largos monopolizan los escaparates, las revistas repiten que son la prenda estrella y, sin embargo, cuando preguntamos a mujeres de estilos diversos —desde las más clásicas hasta las más atrevidas— casi todas confiesan que el pantalón sigue siendo su zona de confort.
Por eso no sorprende que en cuanto llegan las segundas o terceras rebajas muchas compradoras se lancen a por la pieza que reúne lo mejor de ambos mundos: el mono largo, ese híbrido que ofrece la fluidez de un vestido y la comodidad del pantalón. Este julio, Mango ha sabido leer la jugada con precisión quirúrgica. La firma ha rebajado una docena de monos blancos a precios que, en varios casos, rozan la barrera psicológica de los veinte euros y han provocado que mujeres de entre cuarenta y cincuenta y tantos años arrasen con el stock.
8Lo que dicen las redes: el FOMO de las terceras rebajas

Si algo caracteriza a la temporada de descuentos es la sensación constante de “compra ahora o nunca”. Las redes sociales multiplican ese FOMO (fear of missing out) con mensajes de stock limitado. No es casualidad que muchas compradoras compartan sus hallazgos en grupos de WhatsApp o foros de moda, alertando sobre la disponibilidad de tallas. En esta campaña, se ha visto a clientas que compran dos tallas diferentes del mismo modelo para asegurarse de no quedarse sin él, sabiendo que luego devolverán la que no les sirva.
Este fenómeno se acentúa cuando la prenda es blanca, porque la combinación “pieza versátil + color impoluto + precio bajo” convierte el producto en objeto de deseo inmediato. Mango lo sabe y potencia esa sensación con descuentos escalonados: primero rebaja un veinte por ciento, luego aplica un treinta y finalmente sorprende con precios de derribo. Quien aguanta hasta las terceras rebajas triunfa, pero se arriesga a no encontrar talla. Esa es la adrenalina que impulsa las compras impulsivas de estas semanas.