Al volante, encender un cigarrillo puede parecer un alivio. Sin embargo, esa bocanada de tranquilidad encierra trampas legales que ni el fumador más veterano adivina. Entre pitillos y colillas se esconde un laberinto de normativas, multas y puntos que amenazan con arruinar más de un verano sobre ruedas.Hay que escuchar lo que la DGT dice al respecto.
En plena operación salida, la atención al detalle se convierte en guardián de la cartera y la licencia. Olvidar la letra pequeña acerca de fumar o tirar colillas desde el coche no solo expone a sanciones económicas sino que empobrece la seguridad de todos. Más vale saber qué está permitido, qué se castiga y cómo librarse de una multa inesperada.
1Los fumadores y el volante

Cada vez que alguien enciende un cigarro al arrancar el motor, surge el mismo dilema en la mente del conductor: ¿será legal o una distracción peligrosa? La DGT recibe diariamente consultas sobre si fumar impide maniobrar con seguridad y qué consecuencias conlleva ese simple gesto tan habitual.
Aunque el cigarrito contribuya a calmar los nervios del volante, la verdadera cuestión es si desviar la mirada o soltar la mano un segundo pone en riesgo la integridad de todos. De este cruce entre hábito y norma nacen las sanciones que muchos ignoran hasta que el agente los detiene.