Durante años, hacer SEO era posicionarse en la primera página de Google. Con el tiempo, el objetivo fue estar en el primer resultado, la primera respuesta, luego en el featured snippet, y más recientemente, ganar visibilidad en búsquedas por voz. Pero hoy, la nueva batalla del SEO se juega en otro terreno: en el de la inteligencia artificial generativa.
Ya no se trata únicamente de convencer a un algoritmo para escalar posiciones, sino de convertirse en la fuente de información predilecta de una IA que responde sin que el usuario haga clic. En este nuevo escenario, ser citado o tomado como referencia por sistemas como ChatGPT, Gemini, Copilot o Perplexity se ha vuelto el nuevo oro del posicionamiento.
10¿Significa esto el fin del SEO tal como lo conocemos?

No exactamente. Más bien, estamos ante una evolución profunda. El SEO no muere, se transforma. Ya no se trata solo de conseguir clics, sino de ganar autoridad, visibilidad indirecta y relevancia en las respuestas automáticas.
Quienes sepan adaptarse a esta nueva realidad podrán seguir siendo actores clave en la comunicación digital. Quienes no lo hagan, verán cómo su tráfico y visibilidad se diluyen con el paso del tiempo.