El proceso de contratación de los repartidores de Glovo ha sido más complicado de lo que la empresa esperaba inicialmente, lo que además ha sido un problema para los propios riders, que han tenido que irse adaptando a los cambios que ha realizado la plataforma de delivery. Pero a varios de ellos, uno de los cambios más recientes, la decisión final de no trabajar con flotas externas y en su lugar contratar a los riders directamente, les ha hecho encender las alarmas.
Es que estos trabajadores dudan de si la empresa les permitirá mantener sus condiciones actuales, o si algunos de ellos quedarán por fuera de los contratos directos que todavía se están firmando, proceso que se completará a principios del mes de julio. De momento se ha confirmado que mantendrán la antigüedad en sus contratos nuevos, pero la situación de la propia plataforma de reparto señala que sigue probando diferentes modelos con sus horarios, y con los días de la semana en los que necesitan que trabajen.
Desde la plataforma confirman que tras el piloto inicial se están eliminando los acuerdos con varias empresas de las que llevaban las flotas, aunque de momento no especifican cuáles de ellas ya han sido apartadas del modelo. Por ahora aseguran que la presencia de estas flotas que funcionan como intermediarias dependerá de la ciudad, pero ciertamente se irán reduciendo, y la versión de los repartidores es que desaparecerán de la mano de los autónomos. En cualquier caso, el fundador y consejero delegado de la empresa, Oscar Pierre, ha dejado claro que a partir del mes de julio todos sus repartidores estarán contratados.
Aun así, hay riders que no están felices con el cambio. Ya hay críticas por los cambios en los horarios, y por perder algunas ventajas que tenían en la plataforma cuando operaban como autónomos. También es cierto que la propia Glovo ha hecho cambios importantes, incluso desde la apertura de su proceso de contratación, como la opción de aumentar las horas de trabajo en la plataforma tras ofrecer en principio tiempos de trabajo mucho menores, supuestamente el promedio de tiempo trabajado semanalmente por cada rider cuando era autónomo, la revisión de los documentos de diferentes riders y ahora la eliminación de las flotas intermediarias.
GLOVO EVITA UNA NUEVA PRESIÓN LEGAL POR PARTE DE LOS SINDICATOS
Aunque Glovo defiende que simplemente se trata de un cambio definido tras los meses de piloto con el nuevo modelo, hay otras presiones sobre la empresa para evitar la tercerización del servicio. Los sindicatos han empezado a rondar la empresa, sabiendo que los trabajadores tendrán que acercarse a resolver situaciones complejas y a revisar los convenios sobre los que se rigen los nuevos contratos, en este caso un convenio de mensajería escrito en 2006, mucho antes de que las mochilas amarillas de la empresa fueran un símbolo conocido.
De hecho, la Confederación General del Trabajo (CGT) ya ha dejado claro que consideran ilegal el uso de flotas para tercerizar el servicio de reparto de la empresa, y han amenazado con presentar una denuncia sobre la situación. Es cierto que esta amenaza no se materializó, por lo que no hay una decisión judicial al respecto. Sin embargo, cuando se avanzó que se contrataría a los repartidores, se señaló que el objetivo era reducir las críticas y conseguir «paz social», algo que se complicaría con una demanda en contra, incluso si en Glovo acaban ganando.
De momento la realidad es que los sindicatos seguirán moviendo piezas entre los repartidores. Ya han sido señalados por el convenio usado en el centro de los contratos, y siguen lidiando con dos batallas en los tribunales, la denuncia por competencia desleal realizada por Just Eat y la denuncia de fiscalía hecha contra Oscar Pierre. Por lo que seguramente prefieren evitar seguir sumando costos económicos y reputacionales en este tipo de situaciones. De todos modos, dar el paso de contratar a los repartidores empieza a facilitar su relación con el gobierno y las instituciones.
GLOVO RECIBE UN ESPALDARAZO DE ILLA
Lo cierto es que la decisión de la empresa de trabajar con riders contratados ha servido para limar asperezas. En su reciente celebración por los 10 años de la empresa, Oscar Pierre se dejó ver con el Presidente de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa, quien los felicitó por el cambio de modelo. Es un espaldarazo del líder de una de las comunidades autónomas de las que más críticas han recibido las plataformas de trabajo digitales, y donde su funcionamiento es clave para tener buenos resultados en el territorio español.

En cualquier caso es un cambio de la relación de la empresa con la Generalitat. Además, la propia empresa ya ha usado la presencia de Illa, así como la de varios líderes sindicales, en la celebración como parte de su defensa en el caso legal por la denuncia de Just Eat.