Broncano cincelará la identidad de La 1, desvirtuada por su ‘telecinqueo’

Devolver la competitividad a La 1 era la reconocida intención del caído director de Contenidos de RTVE José Pablo López, que ha vuelto a emborronar su labor con una particular política de compra de programas en los que han abundado los espacios producidos por factorías cercanas a La Moncloa y proyectos repletos de personajes vinculados con Telecinco.

A López no se le puede regatear su habilidad para programar ‘La promesa’, resucitar el ‘Grand Prix’ e incomodar a las privadas (al superar a Telecinco durante 6 meses y robarle audiencia en franjas clave a Antena 3).

López quizá debería haber apostado por cincelar la identidad de La 1 para convertirla en algo parecido la prestigiosa figura que formaron durante el ‘zapaterismo’ directivos como Carmen Caffarell, Luis Fernández o Javier Pons, periodistas como Fran Llorente, y productos como los ‘Telediarios’, ’59 segundos’, ‘Amar es para siempre’, ‘España directo’, ‘La imagen de tu vida’, ‘Tengo una pregunta para usted’, ‘La Señora’ o ‘Águila Roja’.

La pública, del brazo de géneros como la ficción, la actualidad y los concursos, decidió marcar hace 2 décadas su propia línea de contenidos para alejarse de la ‘tombolización’ de las privadas antes de que la torpe eliminación de la publicidad promovida por José Luis Rodríguez Zapatero contribuyese al desgaste de La 1.

Silvio González, entronizado al cargo de CEO de Antena 3 en 2008 tras haber reivindicado ‘Tómbola’ en Telemadrid, intentó aprovechar el desgaste del rival para aparcar su fratricida guerra rosa con Telecinco al cancelar en 2011 espacios como ‘DEC’ o ‘El diario’ (antaño de Patricia).

Su adversario Paolo Vasile reparó en que Antena 3 copió las tardes de La 1, a la que la cadena controlada por Planeta arrebató ‘Amar en tiempos revueltos’ (renombrada como ‘Amar es para siempre) para convertir el serial en telonero de varios concursos.

Atresmedia comenzó entonces una línea blanca y familiar que, en los últimos tiempos, ha ido tiñéndose de rosa en franjas como la tarde, véase ‘Y ahora Sonsoles’. Y es que Antena 3 hace unos meses fichó a varios rebotados de ‘Sálvame’ y le arrebató a varias colaboradoras a Ana Rosa Quintana para dar fuerza a Sonsoles Ónega, blindada sin publicidad.

Las principales cadenas en abierto han virado sus contenidos en los últimos tiempos

La 1 de TVE por su parte ha apostado por ‘telecinquearse’, en feliz expresión del expresidente de RTVE José Manuel Pérez Tornero. José Pablo López nada más llegar al frente de la estatal fulminó la tira diaria de ‘Corazón’, pero en los últimos tiempos se había solidarizado con la ola progresista que lloró la muerte de un formato de tintes reaccionarios como ‘Sálvame’ porque éste fue sustituido por Ana Rosa Quintana.

Rocío Carrasco, Lydia Lozano, Alba Carrillo o Terelu Campos han nutrido espacios como ‘Bake Off’ o ‘Baila como puedas’, sonrisas y lágrimas del primer trimestre del prime time de La 1, o magazines como el aceptable ‘Mañaneros’, el retirado ‘La Plaza de La 1’ y el fallido ‘DCorazón’.

La pública puede, y quizá debe, apostar por la crónica social y formatos desenfadados. Pero de ahí a fichar a Chabeli y Julio Iglesias jr. para reformar mansiones de famosos, que es la nueva aventura de La 1, media un abismo.

Broncano
Broncano

Telecinco, por contra, ha intentado rebajar sus contenidos del corazón y apostar por la variedad con un defectuoso ejército de formatos firmados en su mayoría por el gigante francés Banijay, que ahora intenta compensar tanta falta de tino con los extraordinarios números de ‘Supervivientes’ (que tanto bebe de ‘Sálvame’ por mucho que le pese al nuevo CEO de Mediaset España Alessandro Salem).

Más clara tiene La Sexta su identidad tras el giro informativo emprendido hace más de una década por Antonio García Ferreras y el Grupo Planeta tras unos primeros años en los que el canal dirigido por José Miguel Contreras (en realidad por Jaume Roures) acompañó sus formatos humor y series con los ruinosos deportes de Mediapro que acabaron pagando miopes socios como Televisa.

Cuatro, por su parte, intenta volver a la línea que le marcó Prisa. El regreso de ‘Noticias Cuatro’ o ‘Callejeros’ son ejemplo de la recuperación por parte de Mediaset España de marcas icónicas de los primeros compases del canal.

La 2, por su parte, sigue apostando por mantenerse como el canal de la inmensa mayoría y en la recortada Movistar Plus+, especialmente en el último año, se están rompiendo lazos con sabores propios de Canal+ o el extinto canal #0.

A VUELTAS CON BRONCANO

El presunto olor político de la ‘operación Broncano’ ha desembocado en la implosión de la cúpula de RTVE y ha opacado las virtudes que podría traer el showman: grandes invitados, público joven a La 1, un gran tirón en redes, y toneladas de usuarios a RTVE Play.

El programa sucesor de ‘La Resistencia’ será sensiblemente más barato que ‘Cuatro estrellas’ y aportará calidad e ingenio a un canal público tan acostumbrado a la comedia clásica y a los formatos diseñados para el público más avejentado.

Habrá que esperar a ver cómo resulta la apuesta, ya que Broncano está acostumbrado al nicho y ahora deberá adaptar su transgresión a un canal tradicionalmente pacato como La 1.